Los orígenes de la desconfianza republicana hacia el FBI

La chapuza en la investigación de los e-mail de Hillary Clinton y la actuación de Robert S. Mueller son dos momentos clave.

El 8 de agosto de 2022 será un día señalado en la historia de este país. Fue la fecha en la que la Oficina Federal de Investigación (FBI) entró en la residencia del ex presidente Donald Trump en Florida. 

El FBI contaba con una orden judicial que respalda su actuación, pero según el abogado progresista Alan Dershowitz, las redadas no sólo deberían ser el último recurso, sino que habitualmente lo son.

Entonces, ¿por qué el FBI hace una excepción con Donald Trump? El director del FBI, Christopher Wray, no ha dado detalles de las razones que motivaron la actuación de la agencia. Sí ha denunciado en los términos más duros que hay comentarios críticos con su actuación en las redes sociales. 

La reacción del Partido Republicano

El registro ha despertado todas las alarmas en el Partido Republicano. Ron DeSantis dice que este ha sido “una escalada en la utilización de las instituciones como arma política”, y convierte al país en una “república bananera”. Jim Jordan (R-Ohio), dice: “Esto es lo que ocurre en los países del tercer mundo. No en los Estados Unidos”.  La representante Marjorie Taylor Greene (Georgia) tuitea: “Defund the FBI!”.

El senador por Florida Rick Scott dice: "El FBI debe explicar hoy qué es lo que están haciendo, y por qué". Y el también senador por Florida Marco Rubio se pregunta: "Después de la redada de hoy en Mar-a-lago, ¿cuál creéis que serán los planes de la izquierda para la utilización de los 87.000 nuevos empleados del IRS?".

Demócratas preocupados por la salud de la república

Pero la preocupación por la salud de las instituciones republicanas no es exclusiva de los republicanos. Varios demócratas han mostrado una mezcla de sorpresa y temor por lo que podría ser un abuso de poder por parte de la agencia. 

Quien más claro ha hablado al respecto ha sido la demócrata Tulsi Gabbard en la cadena Fox News:

Esto es algo que debería preocupar a todos los estadounidenses porque esta redada es sólo la última escalada seria de esta inquietante tendencia que hemos visto de abuso de poder flagrante por parte de los que están en el poder. No sólo para proteger a sus amigos, sino para atacar a sus oponentes políticos o, francamente, a cualquiera que se atreva a disentir o desafiar o estar en desacuerdo o incluso cuestionar lo que está haciendo esta administración. Y hay una serie de ejemplos que podemos señalar no sólo el abuso de poder dentro del Departamento de Justicia, dentro del FBI o de las agencias de aplicación de la ley, sino también el Departamento de Seguridad Nacional y el IRS. 

Ya sabes, mira el bulo de Rusia por el que el FBI investigó a Trump, que resultó no ser nada. Mira el IRS y Lois Lerner apuntando directamente a las organizaciones conservadoras bajo la administración de Obama. Mira la creación por el Departamento de Seguridad Nacional de esta administración de un ministerio de la verdad para ir tras nosotros, los estadounidenses de a pie en todo el país, y decirnos: "Oye, nosotros decimos qué es verdad y qué no lo es, y lo que se te permite decir y lo que no se te permite decir”. 

No es la única. Andrew Cuomo, que fue gobernador de Nueva York durante 10 años y es un crítico sin descanso de Donald Trump, también ha mostrado su preocupación: “El Departamento de Justicia debe explicar inmediatamente la razón de la redada, y tiene que ser algo más que una búsqueda de archivos intrascendentes. De otro modo, será visto como una táctica política y socavará cualquier futura investigación creíble, así como la legitimidad de las investigaciones del 6 de enero”.

Los orígenes

¿Cuándo comenzó esta fijación dentro del FBI por el Partido Republicano? Según Thomas J. Baker, un antiguo analista del FBI citado por The Washington Times, todo comenzó con Robert S. Mueller. Mueller había sido director del FBI. E inició una investigación para poder acusar al entonces presidente Donald Trump de haber coordinado con Rusia la intervención de la autocracia en las elecciones de 2016. La investigación duró dos años, exigió el trabajo de 40 agentes del FBI, costó 25 millones de dólares y realizó medio millar de entrevistas, para acabar diciendo que nunca hubo nada de lo que se le acusó a Trump. 

Según el agente, “la ética de una agencia de inteligencia es diferente a la de una agencia policial” (...). "En una agencia policial tradicional, los agentes viven cada día para que llegue el momento de subir al estrado y no decir más que la verdad. Pero una agencia de inteligencia se ocupa de las mentiras y los disturbios. Son dos mentalidades completamente diferentes”.

Chapuza contra Clinton

Pero puede que la desconfianza del GOP hacia el FBI sea anterior. Una semana antes de las elecciones de 2016, el entonces director del FBI, James Comey, publicó una carta en la que anunciaba que retomaba la investigación del escándalo de los e-mail de Hillary Clinton. La entonces secretaria de Estado y candidata demócrata dijo que aquélla carta le costó las elecciones presidenciales

¿Los republicanos están dolidos por la posible influencia del FBI en contra de la candidata Clinton? No, no se trata de eso. Según explica Hans von Spakovsky, de la Fundación Heritage, el inspector del Departamento de Justicia Michael Horowitz, realizó un informe sobre cómo había conducido la investigación el FBI: "Ese informe es tan impactante y está tan lleno de malas acciones por parte de los agentes del FBI que es difícil tener otra reacción que no sea la falta de confianza en el FBI”.

Las consecuencias son muy claras. El porcentaje de los republicanos que cree que el FBI hace un buen trabajo ha pasado del 59% en 2014 al 26% en 2021