20 republicanos desafían a Trump y se alinean con los demócratas para revertir la prohibición de sindicatos federales
La orden ejecutiva, firmada por Trump en marzo pasado, restringía la negociación colectiva en agencias clave del Gobierno federal, incluyendo sectores del Departamento de Defensa, Estado, Justicia, Energía y Asuntos de Veteranos.

Hakeem Jeffries el líder demócrata de la Cámara Baja
Un total de 20 legisladores republicanos se unieron este jueves al bloque demócrata de la Cámara de Representantes para aprobar un proyecto de ley que busca revertir una de las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump: el bloqueo de la mayor parte de los sindicatos en agencias federales.
La iniciativa, impulsada por el demócrata de Maine Jared Golden mediante una discharge petition, obligó a una votación en el pleno que puso en jaque a los republicanos. El mecanismo, poco común pero efectivo cuando hay apoyo mayoritario, permitió que el proyecto de ley ‘Protect America’s Workforce Act’ avanzara con 231 votos a favor y 195 en contra. Todos los votos desfavorables fueron republicanos.
La orden ejecutiva, firmada por Trump en marzo pasado, restringía la negociación colectiva en agencias clave del Gobierno federal, incluyendo sectores del Departamento de Defensa, Estado, Justicia, Energía y Asuntos de Veteranos. También afectaba a trabajadores del DHS, Tesoro, Interior, Agricultura y Salud y Servicios Humanos. La medida provocó múltiples críticas y elogios, siendo una de las más disputadas en su momento.
Para el presidente del Comité de Supervisión, James Comer (R-KY), revertir la medida del presidente Trump equivale a incentivar nuevamente el teletrabajo en el Gobierno federal, algo que —sostuvo— los estadounidenses rechazaron al elegir a Trump y a un Congreso republicano.
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Comer recordó que incluso Franklin D. Roosevelt, figura histórica y representativa del sindicalismo privado, se oponía a los sindicatos del sector público porque negocian directamente con representantes electos y no con empresas con fines de lucro.
Pese al argumento de Comer, varios republicanos defendieron la restauración de los derechos sindicales en la función pública. Legisladores como Rob Bresnahan y Mike Lawler señalaron que los empleados federales —muchos de ellos veteranos o trabajadores en áreas sensibles como prisiones y atención a adultos mayores— merecen las mismas garantías laborales básicas que cualquier otro trabajador del sector privado.
Hakeem Jeffries, líder demócrata en la Cámara, celebró el inédito consenso bipartidista y definió la negociación colectiva en el Gobierno federal como “la libertad esencial de acordar el mejor ambiente laboral posible”.
Si bien el proyecto salió airoso en la Cámara Baja, el texto aún enfrenta un camino complejo en el Senado y, de llegar a su escritorio, necesitaría la firma del presidente Donald Trump, quien ha insistido en reducir el poder de los sindicatos en la burocracia federal.
El voto republicano dividido anticipa una nueva batalla interna sobre el futuro del Estado administrativo y el alcance de la autoridad presidencial.