ANÁLISIS
Graphite Creek: el hallazgo en Alaska que impulsa el desafío estadounidense al dominio chino sobre los minerales críticos
El descubrimiento de tierras raras esenciales para la tecnología y la defensa en el depósito de grafito más grande del país podría recompensar y avivar los esfuerzos de Washington por reducir su dependencia de Pekín.

Un avión sobrevuela Nome, pueblo cercano a Graphite Creek
En aguas internacionales, en Ucrania, en Uzbekistán… En su frenética búsqueda de tierras raras para contrarrestar la hegemonía china, Washington ha puesto la mirada a lo largo y ancho del globo. Y desde el mes pasado, también, fronteras adentro: en el yacimiento Graphite Creek, en Alaska, se han encontraron varios de los ansiados minerales.
"¡Grandes noticias, Alaska!", celebró el gobernador Mike Dunleavy poco después de revelarse la noticia. "Puede que China domine estos mercados hoy en día, pero con el apoyo del presidente Trump al desarrollo responsable de los recursos naturales, estamos trayendo la producción de minerales críticos a casa y haciendo que la minería estadounidense vuelva a ser grande", aseguró.
El depósito de minerales se ubica en las Montañas Kigluaik, en la Península de Seward. La ciudad más cercana, Nome, está a 60 kilómetros al sur.
Fue identificado por investigadores del Servicio Geológico (USGS) como el yacimiento de grafito en escama (llamado así por su forma como escamas de pez) más grande del país y "uno de los más grandes del mundo". Méritos a los que suma, ahora, cantidades de momento desconocidas de tierras raras.
"La presencia de dos materiales amparados por la Ley de Producción de Defensa -grafito y tierras raras- en un mismo yacimiento refuerza aún más la posición de Graphite Creek como un yacimiento verdaderamente generacional", aseguró Anthony Huston, presidente de Graphite One, la compañía encargada del yacimiento.
La minera avisó del hallazgo el 13 de noviembre, asegurando que "análisis geoquímicos" elaborados por un laboratorio habían detectado tierras raras. En concreto, aseguran haber hallado un tipo de materiales esenciales en la creación de imanes.
"Las pruebas iniciales identifican los cinco principales materiales de tierras raras de imán", anunciaron. Es decir: neodimio, praseodimio, disprosio, terbio y samario.
Estos son "fundamentales" en la fabricación de productos como vehículos eléctricos, motores y robots, según Madeline Ruid, de Global X. Desde Graphite One señalaron también que se utilizan para sistemas de defensa avanzados, como radares y municiones guiadas.
Por sus propiedades "distintivas", son, aseguraron desde la empresa, "indispensables en aplicaciones militares, electrónica comercial, energías renovables y telecomunicaciones, lo que subraya su importancia estratégica para la industria y la seguridad nacional".
Mirando a Alaska, pensando en China
China controla el mercado de las tierras raras. Produce cerca del 60% de estos minerales, tiene el 90% de la capacidad de procesamiento mundial. Así lo recoge un informe del think tank Council on Foreign Relations (CFR), que también magnifica la dependencia estadounidense:
"En 2024, Estados Unidos dependía completamente de las importaciones para doce de los cincuenta minerales críticos identificados, e importó más del 50% de la demanda total de otros veintiocho de esos minerales, principalmente de China".
La amenaza de la hegemonía china es más que teórica: "La disposición de China a aprovechar su dominio del mercado para el ejercicio del poder económico expone a los países a la coerción", asegura CFR, recordando que hace un año Pekín prohibió la exportación de dos metales -galio y germanio- que de no haber sido luego levantada podría haber costado más de 3400 millones de dólares al PIB estadounidense.
Desde que asumió Donald Trump, el gigante asiático ha suspendido dos veces la exportación de tierras raras a Estados Unidos. El grifo, ahora, se encuentra abierto. Sin embargo, "los últimos meses han demostrado la disposición de China a aprovechar su dominio sobre cadenas críticas de suministro de minerales".
Trump emprendió una serie de medidas para intentar inclinar la balanza. Además de acuerdos más allá de las fronteras estadounidenses, fomentó la búsqueda dentro. Ordenó canalizar recursos, mapear posibles nuevos yacimientos y acelerar permisos.
"La nación que controla los minerales vitales tiene la capacidad de dictar los acontecimientos mundiales", aseguró el autor y analista Lawrence Kadish, en un artículo en VOZ.
El posible "estrangulamiento" chino es, escribió, "probablemente el tema de múltiples conferencias del Pentágono a puerta cerrada". Y afirmó:
"Estados Unidos debe reconocer la amenaza y canalizar sus considerables recursos y talento tecnológico para garantizar que nunca seamos rehenes de una nación hostil que tenga los minerales de tierras raras como un arma apuntando a nuestras gargantas".
Opinión
Cómo romper el control de China sobre las cruciales necesidades de defensa de Estados Unidos
Lawrence Kadish
¿Qué son los minerales raros?
A pesar de su nombre, no son “raras”. En un balance de 2024, el Servicio Geológico de Estados Unidos calculaba que había más de 110 millones de toneladas en el mundo.
Pero están altamente concentradas: Más de un tercio de estas reservas están en China, con 44 millones de toneladas. Le siguen Vietnam (22), Brasil (21), Rusia (10) e India (7).
Cada uno de estos minerales tiene su propia utilidad para la industria: el europio para las pantallas de televisión, el cerio para el pulido de vidrio o el lantano para los catalizadores de los motores de combustión. Su gran valor es que sus propiedades suelen ser únicas, o reemplazables sólo a un alto costo.