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ANÁLISIS

Radiografía del nuevo GOP: una inesperada coalición construida por Trump... y puesta a prueba por las propias políticas de Trump

La coalición que llevó al presidente a su segundo mandato se encuentra dividida en asuntos como la inmigración ilegal, el aborto y el antisemitismo. "El Partido Republicano actual es una coalición, no un bloque ideológico monolítico", explica a VOZ Jesse Arm, del Manhattan Institute.

Un votante entre Donald Trump y Ronald Reagan/ Patrick T. Fallon

Un votante entre Donald Trump y Ronald Reagan/ Patrick T. FallonAFP

Joaquín Núñez
Publicado por

¿Qué le pasa al Partido Republicano? ¿Hacia dónde va? ¿Tiene una nueva base de votantes? ¿Qué pasa con los republicanos de Ronald Reagan? Todas estas preguntas surgieron después de la victoria de Donald Trump en 2024. Aunque quizás las señales no hayan sido tan claras en 2016 y 2020, la coalición de votantes que le dio el triunfo al actual presidente frente a Kamala Harris fue una de las más impresionantes de los últimos años.

Hispanos, afroamericanos, asiáticos y los famosos ‘solo Trump’, convivieron para convertir al magnate en la segunda persona en la historia en servir dos mandatos no consecutivos, tras Grover Cleveland. Incluso fue el primer republicano en ganar el voto popular en veinte años.

Al igual que la 'Coalición Obama' de 2012, la cual parecía indestructible e inmortal, su principal desafío será sostenerse en el tiempo, o por lo menos durante más de cuatro años.

Para intentar responder a las preguntas del comienzo, el Manhattan Institute elaboró una gran encuesta, de la que participaron casi 3.000 personas, divididas en cuatro grupos nacionales diferentes: republicanos y/o votantes de Trump en 2024, republicanos afroamericanos y/o votantes de Trump, republicanos hispanos y/o votantes de Trump y otros votantes registrados.

Los autores del estudio fueron Jesse Arm y Matthew Knee, quienes también se plantearon intentar echarle un poco de claridad a la gran incertidumbre política de cara a los próximos años: “¿Puede la coalición del presidente Trump mantenerse cohesionada tras su salida del poder?”.

Las dos facciones del nuevo Partido Republicano: el núcleo duro y los recién llegados

Actualmente, el GOP se enfrenta internamente a fricciones ideológicas, que van más allá de lo generacional. Las diferencias de opinión abarcan desde las prioridades políticas, el estilo de liderazgo y la visión del mundo. Incluso sobre cuál debería ser la posición de los Estados Unidos frente a Israel, algo que hasta hace no mucho estaba blindado en cuanto a debates.

La encuesta del Manhattan Institute identificó a dos grandes grupos:

  • Núcleo duro (65%): este grupo está compuesto por republicanos de larga trayectoria, que han apoyado al partido durante años. Antes de la irrupción política de Trump, fueron votantes de Mitt Romney, John McCain y George W. Bush. Son conservadores fiscales y sociales, a favor de bajar los impuestos y la burocracia, defender la vida del niño por nacer, una postura fuerte frente a China y Rusia, el concepto de “paz a través de la fuerza” y fundamentalmente pro-Israel. Por supuesto, son muy escépticos de la agenda progresista que apareció en los últimos años.
  • Recién llegados al GOP (29%): este segundo grupo es más joven, diverso y, literalmente, recién llegado al Partido Republicano. Tienen una alta probabilidad de haber votado por los demócratas en un pasado reciente y se sienten más atraídos por políticas de centro, incluso progresistas en algunos casos. No ven a China como un enemigo, sino como un competidor, y tienen sus dudas en cuanto a Israel.

Quizás la diferencia electoral más fundamental es que, mientras el 70% del núcleo duro dijo que apoyaría “definitivamente” a los candidatos republicanos en 2026, solo el 56% de los recién llegados respondieron lo mismo.

Esto evidencia la volatilidad y poca fidelidad de este último grupo que, así como eligió a Trump en 2024, podría volver a los demócratas en ciertas elecciones o ni siquiera presentarse a votar.

Otro de los datos más llamativos de la encuesta es que el 17% de los republicanos encaja en la categoría de “antijudíos”.

“Un encuestado entra en esta categoría si (1) se autoidentifica como racista y antisemita y expresa negación del Holocausto o describe a Israel como un Estado colonial, o (2) no se autoidentifica de esa manera, pero, sin embargo, mantiene ambas posiciones extremas. Los republicanos antijudíos suelen ser más jóvenes, desproporcionadamente hombres, con mayor probabilidad de tener educación universitaria y significativamente más probabilidades de ser republicanos recién llegados. También son más diversos racialmente”, explicó el Manhattan Institute.

“Las voces más ruidosas en Internet no representan al votante republicano medio”

Para entender en profundidad los resultados de la encuesta, VOZ habló con uno de sus autores, Jesse Arm, quien afirmó que la principal conclusión es que “el Partido Republicano actual es una coalición, no un bloque ideológico monolítico”.

“Es esencial comprender esa mezcla y el hecho de que las voces más ruidosas en Internet no representan al votante republicano medio”, añadió.

Consultado por el hallazgo más sorprendente del trabajo del Manhattan Institute, Arm mencionó lo inconsistentes que son los recién llegados al GOP.

“Muchos de los que expresan opiniones conspirativas o intolerantes son también los más propensos a apoyar impuestos más altos, la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) o posiciones progresistas sobre la política transgénero. No son paleoconservadores buchananistas ni ningún otro grupo con un marco ideológico completamente coherente; muchos son antiguos demócratas descontentos cuyas ideas políticas no encajan perfectamente en ninguna facción conservadora conocida”, explicó.

El estudio también midió a los republicanos en una amplia diversidad de temas, con el objetivo de conocer en dónde está parado el partido.

Impuestos y gasto público

En materia de impuestos, una cuestión casi identitaria para el Partido Republicano, el 63% cree que nadie debería pagar más impuestos, coincidiendo con la línea histórica del GOP.

Sin embargo, llama la atención que un 30% de los encuestados no vea con malos ojos que subir los impuestos a las personas de ingresos medios y altos.

En cuestiones de gasto, la diferencia entre el núcleo republicano y los recién llegados es abismal. “Los republicanos más conservadores respaldan los recortes presupuestarios por un margen del 71 % frente al 26 %, pero entre los nuevos republicanos, la tendencia se invierte ligeramente, con una ventaja de un punto a favor de aumentar los impuestos (48 % frente a 47 %)”, indica el reporte.

Aranceles

A la hora de hablar de aranceles, parece que Donald Trump está ganando la batalla de las ideas. A pesar de que un republicano tradicional hubiese protestado contra la idea hace no mucho tiempo, hoy se encuentran apoyando al presidente en esta cuestión.

El 54% de los republicanos respondió que los aranceles están beneficiando a la economía, al traer empleos de regreso, ayudar a pagar la deuda nacional y servir como forma de presionar a otras naciones.

El apoyo es notablemente mayor entre los graduados universitarios (59%), los republicanos mayores de 50 años (60%), los republicanos de base (62%), los republicanos hispanos (68%) y los conservadores que se identifican como MAGA (73%). El apoyo es menor entre los republicanos menores de 50 años (45%) y los votantes republicanos de nueva incorporación (45%)”, explicó el Manhattan Institute.

A su vez, todavía hay un 25% que ve a los aranceles como “impuestos al pueblo estadounidense”, que aumentan los precios y que “no benefician a la industria manufacturera estadounidense”.

¿Qué pasa con el aborto?

El actual Partido Republicano se encuentra bastante dividido en cuestiones sociales, como el aborto, la familia y las cuestiones de género.

Si bien un 42% afirma que se deben defender los valores tradicionales en todos los atriles posibles, uno de cada cuatro republicanos cree que el partido debería oponerse a las posturas socialmente más conservadoras. Por ejemplo, mencionaron la prohibición del aborto en todos los casos o la anulación del matrimonio igualitario.

A su vez, el 18% prefiere una postura de “vivir y dejar vivir”, dejando a un 11% que directamente pide respaldar las posturas sociales progresistas.

Este es otro de los tópicos en donde se evidencia una fractura fuerte entre el núcleo republicano y los recién llegados.

Casi la mitad de los republicanos de base (49%) apoyan la defensa de los valores tradicionales, mientras que los republicanos emergentes se dividen equitativamente entre las cuatro posturas. El segmento más joven de la coalición no solo se está alejando de una postura generalizada sobre los valores tradicionales, sino que tampoco está unido en la oposición a un cambio social radicalmente progresista”, subrayó el estudio.

Evidentemente, la agenda social es también generacional. Solo el 25% del GOP con menos de 50 años cree que hay que defender los valores tradicionales en todos los años, porcentaje que asciende al 52% entre los mayores de 50 años.

Deportaciones

En otro de los temas centrales de la plataforma política de Trump, los republicanos están mucho más unidos. Mientras que solo el 3% cree que no habría que deportar a ningún inmigrante ilegal, la principal diferencia radica en cómo deportarlos.

Mientras que el 37%, una pluralidad de los encuestados, está a favor de deportar ilegales por cualquier medio y de cualquier manera, el 34% prefiere hacerlo de un modo más cuidadoso y evitando expulsiones injustas.

Sin embargo, hay un 22% que está a favor de deportar solo a los criminales, mas no a los ilegales que se encuentran trabajando en el país.

Inmigración legal

Este es uno de los puntos en donde los recién llegados al GOP muestran tendencias más progresistas, aunque también se evidenciaron importantes brechas educativas.

Mientras que el 31% del núcleo republicano tradicional apoya un aumento de la inmigración altamente calificada, ese número asciende al 47% entre los recién llegados al partido.

A nivel educativo, la mayoría de los graduados universitarios apoya aumentar la inmigración calificada, cifra que desciende al 28% entre aquellos sin título universitario.

Racismo y antisemitismo

La mayoría de los republicanos rechaza que las personas abiertamente racistas o antisemitas formen parte del partido.

Aunque hay un rechazo contundente sobre el racismo, es más fuerte en el caso del antisemitismo, con una proporción de dos a uno. Además, casi la mitad afirma que estas personas no deberían ser bienvenidas en la coalición bajo ninguna circunstancia.

Sin embargo, el sorpresivo auge de estas ideologías entre los más jóvenes: “Entre los republicanos menores de 50 años, una minoría notable afirma expresar abiertamente opiniones racistas (31%) o antisemitas (25%). Entre los mayores de 50 años, estas cifras se reducen a tan solo el 4% para cada uno”.

En adición, los recién llegados al partido tienen más tendencia a ser racistas o antisemitas. Por ejemplo, el 32% de este grupo dice expresar opiniones racistas, contra el 8% de los republicanos núcleo.

“Entre los republicanos emergentes que toleran el racismo o el antisemitismo, el 78% mantiene posturas políticas liberales en al menos uno de estos temas principales”, precisó el estudio.

¿Cuál debería ser el rol de Estados Unidos en el mundo?

Contrario a lo que se lee mayoritariamente en las redes sociales, donde últimamente hay mucho ruido del sector más aislacionista del partido, el 67% de los republicanos apoya que Estados Unidos asuma un papel proactivo en el escenario mundial.

Según precisaron desde el Manhattan Institute, el concepto de “paz a través de la fuerza” resultó ser “uno de los temas menos polarizados analizados, con un fuerte apoyo en casi todos los subgrupos”.

Como dato curioso, el 72% de los republicanos que tienen una opinión favorable sobre Tucker Carlson está de acuerdo con un Estados Unidos activo en el tablero geopolítico.

Líderes más masculinos

A la hora de elegir las características de un líder, la mayoría de los republicanos prefiere “un líder audaz y que llame la atención, que a menudo genere titulares y no le tema al conflicto ni al drama”, antes que “un líder estable y discreto que se centre en los resultados sin estar constantemente en el foco de atención”. Esto es cierto para las dos coaliciones dentro del GOP, como así también para los hispanos republicanos y los afroamericanos republicanos.

Además, una abrumadora mayoría republicana coincidió en que la sociedad estadounidense es "demasiado femenina" y que se necesita una mentalidad más masculina. Los hispanos (73%) y los afroamericanos (77%) fueron los que más de acuerdo estuvieron con dicha afirmación. 

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