El estado de emergencia de salud pública debido al coronavirus permanecerá vigente hasta, al menos, mediados de enero. La noticia, que la administración Biden confirmó el viernes en la CNBC, se produce después de que el gobierno federal no avisase ni a los estados ni a los proveedores de atención médica de su intención de levantar el estado de emergencia que impusieron en enero de 2020 y que llevan renovando cada 90 días desde entonces.
Es ya la duodécima vez que se renueva este estado de emergencia debido a la pandemia del coronavirus y puede que no sea el último. Xavier Becerra, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, prometió avisar a todos los interesados 60 días antes de levantar el estado de emergencia. De esta forma, podrán dar un margen a los afectados para prepararse antes de regresar a la normalidad. En octubre, este departamento prorrogó el estado de emergencia hasta el 11 de enero. Y, al no emitir ningún comunicado el viernes informando de que derogaban el estado de emergencia, éste continuará vigente durante al menos otros 60 días. Es decir, hasta mediados de enero.
Las nuevas variantes podrían provocar una nueva ola en invierno
La decisión podría deberse al miedo a un aumento de casos durante el invierno. Especialmente debido a la aparición constante de nuevas variantes cada vez más contagiosas, tal y como informó el hospital Beckers en un comunicado de prensa en el que aseguraba que era posible un aumento de casos:
La extensión también se produce en medio de la incertidumbre en torno a la salud pública a medida que se avecina el invierno. Las nuevas cepas de Omicron, denominadas "variantes de escape" por su evasiva inmunológica, se han convertido en las cepas dominantes en los Estados Unidos, representando el 40 por ciento de todos los casos en la semana que terminó el 12 de noviembre.
Se espera que los casos diarios en el país crezcan un 39 por ciento del 3 al 17 de noviembre. Se espera que las tendencias de admisiones hospitalarias permanezcan estables o sean más inciertas, con 1,300 a 7,300 nuevas admisiones probablemente reportadas el 25 de noviembre, según los centros de control de enfermedades. Hasta el 4 de noviembre, el promedio nacional de siete días de nuevos ingresos hospitalarios era de 3,273.
Además, derogando el estado de emergencia, aproximadamente 15 millones de personas perderían acceso a Medicare, el seguro de salud pública. Este forma parte junto a Medicaid y el Programa de Seguro de Salud para Niños del sistema de atención médica que mejoró notablemente durante la pandemia. De hecho, según informa CNBC, durante la pandemia se registró un aumento del 26% de los ciudadanos en estos programas. La cifra récord se logró en junio de 2022 cuando 89 millones de personas estaban inscritas en estos programas.
