ANÁLISIS
La izquierda encuentra en el ICE la excusa para su BLM 2.0
Cinco años después de los disturbios por la muerte de George Floyd, las protestas contra las redadas en L.A. que terminaron en disturbios se han convertido en el pretexto para que algunos políticos demócratas y grupos de radicales bien financiados y organizados traten de desestabilizar a la Administración Trump.

Vándalos queman autos en las protestas de L.A.
Hace cinco años, la muerte de George Floyd durante su detención por varios agentes de policía provocó un tsunami de sangre, fuego y destrucción que se extendió por todo el país. Ahora, con los demócratas totalmente desnortados y sin un liderazgo claro, la izquierda radical y muchos de los simpatizantes y políticos del Partido Azul han encontrado en las redadas del ICE la excusa para tratar de incendiar las calles de nuevo y desestabilizar a la Administración Trump.
La erupción de las calles en Los Ángeles fue recibida como el maná en un principio por todos los políticos demócratas, en especial los de California, sobre todo tras la decisión de Trump de desplegar a la Guardia Nacional para proteger a los edificios y a los funcionaros federales. La alcaldesa de la ciudad, Karen Bass y, sobre todo, el gobernador del Estado Dorado, Gavin Newsom, se apresuraron a culpar al presidente por "militarizar" lo que ellos llamaban "protestas pacíficas".
"Protestas pacíficas" para la izquierda frente a la realidad
Conforme el nivel de la violencia iba subiendo, también lo hizo la retórica entre Trump y Newsom, con acusaciones de "abuso de poder" y "tiranía" desde un lado y las de "incompetente" por otro. Dentro de la escalada no han faltado las denuncias ante los tribunales ni una polémica por si el mandatario demócrata debía o no ser detenido por obstrucción a agentes federales.
Muchos demócratas destacados trataron de seguir sacando partido de lo que estaba sucediendo, acusando a Trump de ser un tirano y de recurrir a la violencia frente a "protestas pacíficas". Incluso llamaron a salir a las calles en todos los estados para protestar contra el ICE, al que llegaron a acusar, como el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, de "hacer desaparecer a la gente en las calles". Nancy Pelosi no tardó en buscar similitudes con el 6 de Enero, volviendo a acusar a Trump de no desplegar entonces a los militares para proteger el Capitolio.
Los demócratas comienzan a recular en su apoyo incondicional a los violentos
No obstante, la escalada de la violencia de los manifestantes obligó a recular a muchos de los demócratas en su apoyo a los participantes en las protestas. Aunque tratan de apuntar a una minoría violenta entre miles de manifestantes pacíficos, tanto Bass como Newsom ya se han visto obligados a tomar medidas más contundentes como el toque de queda en el centro de la ciudad y el endurecimiento de los cargos a los que se enfrentarán los detenidos.
La situación, sobre todo tras contagiarse otras ciudades de los disturbios, con grupos como antifa haciendo de las suyas, ha llevado incluso a alguno de los líderes del Partido Azul a mentir asegurando que los demócratas "nunca dijeron que eran manifestaciones pacíficas", como es el caso del látigo del partido minoritario en el Congreso, Dick Durbin. Para su desgracia, la hemeroteca guarda ejemplos -y bastante numerosos- de lo contrario.
El 'martirio' del senador Padilla por la represión trumpista, la última carta demócrata
Con estas cartas, el senador demócrata Alex Padilla abrió un nuevo frente de lucha: ofrecer su propio martirio como ejemplo de la represión trumpista. El legislador y sus compañeros de partido obvian en su discurso la irrupción a gritos del congresista tratando de interrumpir de manera agresiva la rueda de prensa de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, para ofrecer imágenes de un congresista, "que sólo trataba de hacer su trabajo" maniatado y agredido.
"No Kings Day"
Quienes no han bajado el diapasón son los grupos de izquierda. De hecho, gran parte de ellos participan en la organización del "No Kings Day" que llevará 1.800 manifestaciones contra Trump en el día de su cumpleaños, el sábado 14 de junio.
Grupos bien financiados y organizados, e incluso el PCCh
Además, muchos de los organizadores y participantes en las protestas de Los Ángeles han resultado estar financiados generosamente por entidades y multimillonarios vinculados con el Partido Comunista Chino, con un nivel de organización notable a la hora de organizar actos para desestabilizar a la Administración Trump.
Fetterman, excepción de su partido, condenó los disturbios desde el principio
"Apoyo sin disculpas la libertad de expresión, las manifestaciones pacíficas y la inmigración, pero esto no es eso. Esto es anarquía y caos verdadero. Mi partido pierde la autoridad moral cuando nos negamos a condenar que se incendien autos, se destruyan edificios y se agreda a las fuerzas del orden".