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Uno de cada dos ciudadanos de San Francisco ha sido robado en los últimos 5 años

La ciudad dorada fue de las primeras en adoptar la política de retirar fondos a la policía, y ha sido una de las últimas en rectificar.

Miembros del departamento de policía de San Francisco se ponen de rodillas en la calle.

(San Francisco Police Department / Cordon Press)

El San Francisco Chronicle ha publicado una encuesta según la cual el 45% de los ciudadanos de San Francisco ha sufrido un robo en los últimos 5 años. La proporción de quienes han sufrido robos en el último lustro es mayor entre los negros (55%), y entre las personas de raza mixta (54%), que entre los residentes de raza blanca (43%).

El ex supervisor de San Francisco, en declaraciones al SFC, ha dicho que esos porcentajes de experiencia personal con el crimen son “extraordinariamente altos”:

Cuando se asalta un coche, y se roba en su interior, queda una sensación de violación personal; especialmente si ha ocurrido en la calle en la que vives. El hecho de que podrías haber estado ahí fuera cuando ocurrió… ¿Y si lo hubieras interrumpido? Esas cosas pasan por la mente de la gente.

La familiaridad de los ciudadanos de San Francisco con el crimen se puede ver en otro testimonio recabado por el SFC. Para Anni Chung, presidenta de la asociación Self-Help for the Ederly, el dato es sorprendentemente bajo: “Estoy sorprendida. Si el 75% hubiera dicho que habían sido robados, yo habría dicho: ‘sí, es muy común’”.

Desfinanciar la Policía

Los datos también muestran una profunda decepción de los sanfranciscanos hacia la policía. Sólo un 18% cree que la policía está haciendo un buen trabajo, por un 41% que le pone una nota baja o muy baja. La nota que recibe el SFPD es peor entre los hispanos (45% le pone una nota negativa) y entre los residentes de raza mixta (52%).

San Francisco fue de las primeras ciudades en asumir la política de desfinanciación de la policía, surgida desde el movimiento millonario Black Lives Matter. Y ha sido la última, o de las últimas, en rectificar. Pero lo ha hecho. La alcaldesa de la ciudad, London Breed, se vio en la necesidad de justificar el cambio de dirección:

Necesitamos que haya responsabilidad cuando alguien infringe la ley... Nuestra compasión no puede confundirse con debilidad o indiferencia... Mi abuela me educó para creer en el amor duro, en mantener la casa en orden, y lo necesitamos, ahora más que nunca.

Según la crónica del SFC, “La ciudad fue una de las muchas que intentó una serie de reformas tras el asesinato de George Floyd en 2020, aunque pareció retroceder dos años después, sobre todo con la destitución del fiscal de distrito progresista Chesa Boudin”.

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