ANÁLISIS
La aterradora radicalización de la izquierda
El 90% de los votantes del GOP se muestra atemorizado por el creciente extremismo de la políticos y activistas 'progres' y el aumento del apoyo a la violencia entre sus filas.

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La radicalización de la izquierda, de los políticos a los activistas, y su creciente justificación a la violencia política -incluyendo el asesinato de rivales ideológicos- está siendo percibido como un peligro real por el 90% del electorado conservador. Algo que la reacción de radicales, e incluso de líderes del Partido Demócrata al asesinato de Charlie Kirk, parece reforzar.
Así lo indica una encuesta publicada por The Economist / YouGov, que muestra que los votantes republicanos están abrumadoramente preocupados por el creciente extremismo izquierdista. De hecho, el 71% de los encuestados se mostró "muy preocupado" y un 19% "algo preocupado". Un 38% entre los demócratas también se mostró intranquilo ante esta tendencia.
Si se tiene en cuenta a votantes de ambos partidos e independientes, el 61% de los participantes en el sondeo se mostró preocupado por la radicalización de la izquierda. Por raza, los blancos son los más preocupa dos por este fenómeno (64%, el 44% muy preocupado), seguido por los hispanos (58%, el 38% muy preocupado) y los negros (49%, el 27% muy preocupado).
En cuanto a la violencia de la derecha, el 59% de los votantes se mostró alarmado por ella, en especial los votantes demócratas.
Los votantes creen que la mayoría de los actos violentos son cometidos por la izquierda
La mayoría de los votantes (33%) considera que la mayoría de los actos de violencia política son cometidos por simpatizantes de la izquierda, frente al 29% que acusa a los conservadores de ella. Para un 24%, ambos bandos son igual de culpables.
La percepción general es que se ha producido un notable incremento de la violencia política en los últimos 10 años, con un 83% de los encuestados respaldando esta premisa. Por sentido del voto, un 86% de los demócratas lamenta una mayor violencia en esta época , frente al 84% de los republicanos y el 81% de los independientes.
Blancos e hispanos, los que perciben una mayor violencia
Por grupo demográfico, los blancos y los hispanos (86%) son los que más perciben mayor violencia política, así como las mujeres (84%). Por edad son los mayores de 65 años (89%) los que creen que hay más violencia política en la actualidad.
Hace algunas semanas, varias encuestas ya advirtieron de que la tolerancia y justificación de actos violentos por parte de activistas y simpatizantes de izquierda estaba creciendo. Asimismo los datos indicaban que se trata del grupo demográfico con mayor apoyo a la violencia y a la eliminación de los rivales políticos. La última encuesta ratificó esta tendencia
Las reacciones al asesinato de Charlie Kirk dan la razón a las encuestas
Por desgracia, esto ha quedado en evidencia tras el asesinato de Charlie Kirk. No sólo por los mensajes de odio y congratulación de algunos extremistas en redes, sino -y es especialmente preocupante- por la cantidad de políticos de primera línea demócratas que han acusado al propio Kirk y a Donald Trump de promover la violencia y ser culpables de esta tragedia.
Rashida Tlaib, Ilhan Omar o Alexandria Ocasio-Cortez han estado en este grupo, en el que destaca la ausencia del senador socialista Bernie Sanders, cuyo mensaje en X tras el asesinato fue muy aplaudido por ambos lados del espectro político. Pero, además de los radicales, otros presuntamente más moderados, como el gobernador de Illinois JB Pritzker también aprovechó el suceso para atacar al presidente. De hecho, varios representantes del Partido Azul boicotearon el minuto de silencio en homenaje al influencer conservador en un primer momento.
Trump, contundente: grupos radicales declarados "organizaciones terroristas"
Durante el memorial de Charlie Kirk, el presidente anunció que el Departamento de Justicia identificaría y perseguiría a quienes financian y perpetran actos violentos de índole político.
“Ningún bando en la política estadounidense tiene el monopolio de las personas perturbadas o desorientadas, pero hay una parte de nuestra comunidad política que cree tener el monopolio de la verdad, la bondad y la virtud, y concluye que también tiene un monopolio del poder, del pensamiento y del discurso. Bueno, eso ya no está ocurriendo. Si el discurso es violencia, entonces algunos concluirán que la violencia está justificada para detener el discurso. Y no vamos a permitir que eso sea justificado”.