Un juez designado por Obama bloquea la orden de Trump de frenar las solicitudes de asilo y protección de inmigrantes ilegales
El fallo supone un duro golpe para el presidente, que busca reforzar aún más su amplia ofensiva contra la inmigración.

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Un juez federal en Washington bloqueó este miércoles la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que negaba a los migrantes que cruzaran la frontera sur la solicitud de asilo o la retención de deportación en el país.
Esta medida supuso un duro golpe para Trump que busca aplicar aún más su amplia ofensiva migratoria, una de las piedras angulares de su segundo mandato.
El juez de distrito Randolph Daniel Moss fue quien dijo que la proclamación de Trump del 20 de enero, que buscaba impedir que todos los inmigrantes "involucrados en la invasión a través de la frontera sur" solicitaran asilo o buscaran la retención de deportación, excede su autoridad.
De este modo, el juez designado por Obama en 2014 para el Distrito de Columbia dio la razón a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que presentó una demanda meses atrás en nombre de varios grupos de inmigrantes.
La ACLU también llevó ante la justicia 13 solicitudes de asilo a principios de este año. En febrero, el grupo instó a los tribunales a impedir que la proclamación de Trump entrara en vigor, argumentando que la acción era "tan ilegal como sin precedentes".
Moss: "El poder ejecutivo enfrenta enormes desafíos"
En esta misma línea el juez dictó que el presidente "carece de la autoridad constitucional inherente" para suplantar los estatutos federales que rigen las deportaciones. En la extensa opinión de 128 páginas, Moss aseguró que la Constitución y la ley federal de inmigración no le otorgaban a Trump las amplias autoridades que reclamaba.
"El tribunal reconoce que el poder ejecutivo enfrenta enormes desafíos para prevenir y disuadir el ingreso ilegal a Estados Unidos y para juzgar la abrumadora acumulación de solicitudes de asilo de quienes han ingresado al país", escribió.
A pesar de los amplios términos de la orden, el juez Moss pospuso su entrada en vigor durante dos semanas (14 días) para permitir una apelación.
La administración Trump presentó una apelación horas después del fallo del juez.

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Un juez "marxista"
Bajo la proclamación de Trump el Gobierno ha cerrado las vías en la frontera sur para que las personas que "huyen de la persecución o la tortura en sus países de origen" soliciten asilo y permanezcan en el país del norte, reclama la UCLA. Al mismo tiempo, Trump ha tomado medidas para suspender otros programas que otorgan estatus de protección temporal a ciertos grupos.
La decisión del juez fue criticada por el asesor de Trump, Stephen Miller, quien describió a Moss como un juez "marxista" en una publicación en X.
"Para intentar evadir el fallo de la Corte Suprema sobre los mandatos judiciales a nivel nacional, un juez marxista ha declarado que todos los potenciales FUTUROS extranjeros ilegales en suelo extranjero (por ejemplo, una gran porción del planeta Tierra) son parte de una "clase" global protegida con derecho a admisión en los Estados Unidos", comentó Miller.
">To try to circumvent the Supreme Court ruling on nationwide injunctions a marxist judge has declared that all potential FUTURE illegal aliens on foreign soil (eg a large portion of planet earth) are part of a protected global “class” entitled to admission into the United States. https://t.co/IWWd2nddVC
— Stephen Miller (@StephenM) July 2, 2025
El caso de Moss se une al de otros jueces designados en la era Obama que han puesto freno a directrices de la actual Administración.
Los jueces no tienen la autoridad de congelar las políticas de nivel federal
La noticia también aparece en un momento donde los niveles de encuentros en la frontera sur están en su mínimo histórico, con una bajada del 93% respecto al mismo periodo del año pasado.
La Administración Trump además ha tomado medidas duras con las deportaciones, invocando una ley de inmigración de tiempos de guerra de 1798 para enviar más rápidamente a cientos de migrantes a una prisión de máxima seguridad en El Salvador a principios de este año.