Los 'terroristas de Nochevieja' llevaban un "diario terrorista" y planeaban desechar teléfonos arrojándolos al agua en ladrillos de hormigón
Los miembros del Frente de Liberación de la Isla Tortuga también planificaban atentar en otros lugares si había "suficientes camaradas", según la denuncia penal.

Foto de archivo del FBI
Los acusados del Frente de Liberación de la Isla Tortuga que planeaban plantar bombas en Los Ángeles y Nueva Orleans en Nochevieja estaban interactuando sin saberlo tanto con un empleado encubierto del FBI como con una "fuente humana confidencial" que trabajaba con los federales, según la denuncia penal presentada en el Tribunal de Distrito de EEUU para el Distrito Central de California.
La denuncia, redactada por un agente con más de un año de antigüedad y cuyo nombre fue censurado, afirma que la "fuente humana confidencial" ha ofrecido información "fiable" desde agosto de 2021 y que sus antecedentes han sido verificados.
Tanto aquella fuente como el agente encubierto desvelaron, según la denuncia, que uno de los terroristas acusados aseguraba poseer un "cuaderno donde escribía múltiples planes que nunca sucedieron o se retrasaron". "Así que es como mi diario terrorista", habría dicho.
"Lmaooooo", declaró supuestamente la persona, utilizando una expresión que sugiere diversión. "Tengo que deshacerme de eso".
"Lo que estamos haciendo se considerará un acto terrorista", dijo supuestamente otro.
Según la denuncia, los aspirantes a terroristas identificaron cinco lugares para atentar y otros cinco "espacios en blanco", con la leyenda "añadir más si hay suficientes camaradas".
"Los objetivos fueron identificados como propiedades e instalaciones gestionadas por dos empresas distintas que se utilizan o se dedican a actividades que afectan al comercio interestatal y exterior", alega la denuncia.
El agente del FBI que redactó la denuncia escribió que las "bombas de tubo complejas" que los conspiradores supuestamente planeaban desplegar son "múltiples artefactos explosivos fijados entre sí para hacer un artefacto explosivo más grande".
El agente también alegó que los supuestos terroristas pretendían hacer todo lo posible para ocultar sus identidades, incluido el uso de un teléfono "desechable" que descartarían después de los atentados, "incrustándolo en un ladrillo de hormigón tras destruir su tarjeta SIM, arrojando después el ladrillo en un cuerpo de agua".
Los conspiradores planearon los ataques para Nochevieja porque "sonarán fuegos artificiales, por lo que es menos probable que las explosiones se noten tan inmediatamente como ocurriría cualquier día normal", según la denuncia.
También recibieron la indicación, según la denuncia, de vestir ropa negra encima de ropa gris informal, así como de llevar máscaras para ocultar su identidad y "proyectar una sensación de unidad". Asimismo, se les habría dicho que mantuvieran "el pelo muy recogido" y que llevaran guantes "para evitar dejar rastros de ADN".
Un organizador dijo a los conspiradores que "dejaran sus dispositivos personales en casa". Debían asegurarse de dejarlos configurados para ver "una película larga durante el tiempo de los ataques", con el objetivo de "crear una coartada o 'negación plausible' haciendo que pareciera que el actor estaba utilizando activamente sus dispositivos".
Otras formas en que se les habría recomendado evitar ser detectados serían poner una "piedrecita" en sus zapatos para "alterar el modo natural de andar y ocultar su identificación", utilizar sólo dinero en efectivo para comprar materiales para las bombas de tubo, comprar "en pequeñas cantidades para evitar sospechas" y dividir las adquisiciones entre los miembros del equipo.
Siempre según la denuncia, se les ordenó en el sitio donde probaron las bombas que pusieran sus teléfonos en "una pequeña caja de cartón completamente sellada con aluminio".
El texto de la demanda afirma, asimismo, que recibieron el consejo de utilizar un programa de geolocalización de código abierto para evitar el "rastreo corporativo", que usaban cordones de zapatos como fusibles y que cuando uno de los acusados compró cebos para pistolas, llevaba "una mascarilla médica, guantes, gorra de béisbol y camiseta de manga larga" para evitar ser reconocido.
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