Giro en el caso de Kilmar Abrego García: un juez ordena una audiencia para determinar si el salvadoreño fue objeto de “persecución vengativa” por el Gobierno
El magistrado, Waverly Crenshaw, citó como evidencia principal las diversas declaraciones públicas de altos funcionarios del Gobierno federal.

Kilmar Abrego Garcia en una imagen de archivo
El juez federal Waverly Crenshaw ordenó abrir una audiencia para determinar si los cargos penales contra Kilmar Abrego García, inmigrante salvadoreño residente en Maryland, fueron el resultado de una “persecución vengativa” por parte de la Administración Trump, luego de que este consiguiera revertir una deportación considerada ilegal por la Corte Suprema.
En una resolución de 16 páginas, Crenshaw afirmó que “el Gobierno tenía un interés significativo en tomar represalias contra el éxito de Abrego al demandar a la Administración Trump tras su remoción indebida a El Salvador en marzo”.
El juez añadió: “El Tribunal considera que Abrego ha presentado suficientemente alguna evidencia de que el Gobierno tenía un interés en tomar represalias contra él por ejercer sus derechos en la demanda de Maryland y en disuadirlo de seguir ejerciendo esos derechos”.
El magistrado citó como evidencia principal las diversas declaraciones públicas de altos funcionarios del Gobierno federal. Señaló, en particular, al vicefiscal general Todd Blanche, quien el día de la detención de Abrego en junio afirmó en televisión que el Departamento de Justicia comenzó a investigarlo después de que un tribunal cuestionara la decisión de deportarlo.
Para Crenshaw, esas declaraciones fueron “notables” y “podrían constituir evidencia directa de persecución vengativa”.
El caso contra Abrego se basa en una detención de tránsito ocurrida en 2022, archivada en marzo de este año, antes de que fuera deportado. Sin embargo, la investigación fue reabierta apenas una semana después de su victoria en la Corte Suprema. “Esta línea de tiempo sugiere que la acusación contra Abrego puede derivarse de represalias del Departamento de Justicia y del Departamento de Seguridad Nacional debido a su impugnación exitosa de la deportación en Maryland”, escribió Crenshaw.
Mientras tanto, la situación migratoria de Abrego sigue siendo un enigma y recientemente sufrió un nuevo revés cuando el miércoles, 1 de septiembre, un juez de inmigración rechazó la moción presentada por sus abogados para reabrir su caso de asilo, bajo el argumento de que había sido presentada fuera de plazo.
Según la orden, la apelación fue interpuesta casi seis años después de sus procedimientos de inmigración, muy por encima del límite de 90 días que exige la ley.
Tras ese fallo, el Departamento de Seguridad Nacional emitió un duro comunicado en redes sociales “Con el fallo de hoy, la orden final de expulsión de Kilmar Abrego García se mantiene. Este miembro de la banda MS-13, traficante de personas, maltratador doméstico y depredador de menores nunca estará suelto por las calles estadounidenses”.
El mensaje del DHS añadió: “Nunca olviden que los demócratas volaron a una tierra extranjera con el dinero de los contribuyentes estadounidenses para partir el pan con este pandillero terrorista y visitarlo en prisión. Mientras ellos siguen luchando por los criminales extranjeros ilegales, nosotros seguiremos poniendo PRIMERO la seguridad del pueblo estadounidense”.