Casi la mitad de los estadounidenses tiene una opinión desfavorable de la ONU

Naciones Unidas (ONU) cuenta con una reputación y una valoración que, según pasan los años, van disminuyendo y siendo más negativas. Una circunstancia que proviene de los movimientos y decisiones que da la organización en cuestiones geopolíticas o en ciertos asuntos sociales recogidos en la conocida como Agenda 2030, que la organización adoptó en 2015.

Uno de los países donde se percibe de manera más notable esa pérdida es en los Estados Unidos, ya que, según una encuesta de Rasmussen Reports, únicamente un 45% tiene una opinión algo o muy favorable sobre la ONU, mientras que en 2016 lo señaló el 55%.

Es decir, en menos de una década -en la que la organización ha tenido que interferir constantemente- ha sufrido una caída de diez puntos.

En la valoración contraria, un 47% de los estadounidenses ve de manera desfavorable a la ONU -incluyendo un 17% que es muy adverso-, cuando en 2016 era un 37% el que lo señalaba de tal modo.

El rumbo que ha tomado la ONU en los últimos tiempos con una agenda progresista y una toma de decisiones partidista en conflictos internacionales ha precipitado que la valoración que se tiene de la organización esté bajo mínimos.

El fiel reflejo de ese rumbo progresista es la Agenda 2030, con la que la ONU impone su perspectiva y la dirección que tienen que tomar los países miembros respecto a asuntos como la educación, el clima -cuyas últimas cumbres han sido un fracaso-, la salud o la redistribución de la riqueza.

Por otro lado, en cuanto a conflictos internacionales, la ONU está en el foco de las críticas por su gestión y por cómo ha actuado. Y también por presuntamente estar involucrada, como en el 7 de Octubre, cuando se demostró que varios trabajadores de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) colaboraron con los terroristas de Hamás que atentaron contra los israelíes.