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Senado: fracasa la resolución demócrata que buscaba limitar los poderes de Trump en su guerra contra los narcoterroristas

En los últimos meses, la Administración Trump ordenó el hundimiento de cuatro embarcaciones en el Caribe, en operaciones que dejaron 21 muertos vinculados a grupos designados como organizaciones narcoterroristas.

Una imagen de la votación final de la resolución

Una imagen de la votación final de la resoluciónsenate.gov / captura de pantalla

Emmanuel Alejandro Rondón

En una votación cerrada de 51 a 48, los republicanos del Senado, con el apoyo del demócrata John Fetterman (Pensilvania), bloquearon una resolución impulsada por los demócratas que buscaba limitar los amplios poderes de guerra del presidente Donald Trump y frenar los bombardeos contra los narcoterroristas.

La medida, introducida por el senador Adam Schiff (D-CA) y copatrocinada por Tim Kaine (D-VA), Bernie Sanders (I-VT) y Ron Wyden (D-OR), apuntaba a detener los ataques letales de la Administración Trump contra presuntos contrabandistas de droga venezolanos en el mar Caribe. Los republicanos Lisa Murkowski y Rand Paul fueron los únicos que se unieron al esfuerzo demócrata, pero el voto de Fetterman anuló en la práctica su deserción.

“Lo que estamos haciendo es una resolución muy simple y directa que solo dice: Congreso, sea Congreso”, declaró Kaine antes de la votación. “Estas acciones militares deben detenerse a menos que sean autorizadas”.

A pesar del esfuerzo demócrata, el fracaso de la resolución —aunque la votación reflejó una división casi total de los bloques partidistas— representa un espaldarazo legislativo implícito a las acciones del presidente Trump contra los cárteles regionales.

Trump invoca la defensa nacional para justificar los ataques letales

En los últimos meses, tras autorizar una serie de ataques letales contra embarcaciones venezolanas en el Caribe, Trump y su gabinete han defendido la legalidad de la operación bajo el marco de la War Powers Resolution de 1973, que permite al presidente emplear la fuerza militar sin autorización previa del Congreso siempre y cuando informe al poder legislativo dentro del plazo de sesenta días que exige la ley.

Según la notificación oficial enviada por la Casa Blanca, Estados Unidos se encuentra de facto en “conflicto armado” con organizaciones narcoterroristas como el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles, ambas vinculadas al régimen de Nicolás Maduro.

“Estados Unidos ha alcanzado ahora un punto crítico en el que debemos usar la fuerza en legítima defensa y defensa de otros contra los ataques en curso de estas organizaciones terroristas designadas”, dice el documento enviado por la Administración Trump al Congreso.

De acuerdo con fuentes citadas por NBC y The New York Times, la administración está evaluando ampliar la operación hacia territorio venezolano, con ataques “por tierra” contra infraestructuras de los cárteles. En declaraciones recientes, durante un evento de la Marina, Trump confirmó que el Pentágono planea operaciones terrestres, afirmando que las embarcaciones con droga ya no están saliendo por mar.

División interna en EEUU por las operaciones

Mientras la Casa Blanca respalda y defiende a plenitud la legalidad de las operaciones, algunos legisladores ponen en duda la autoridad de Trump para aprobar los ataques.

“No tengo idea precisa de las identidades de quienes estaban en estos barcos, o incluso si la administración conoce sus identidades”, advirtió el senador Adam Schiff, mientras que el senador Rand Paul fue aún más tajante: “¿Es demasiado pedir saber los nombres de aquellos a quienes matamos antes de matarlos?”.

Por su parte, el secretario de Estado Marco Rubio defendió la posición de la Administración antes de la votación:

“Esta resolución tiene como objetivo despojar al presidente Trump de su autoridad constitucional para proteger a los estadounidenses autorizando ataques militares contra narcoterroristas, los hutíes y otros apoderados iraníes. Esto es peligroso: pone en riesgo a nuestros hijos, ciudadanos, soldados y aliados”.

Maduro bajo fuerte presión y el auge del narcotráfico venezolano

El endurecimiento de la estrategia de Washington se da en un contexto de máxima presión sobre el régimen de Nicolás Maduro, al que la Casa Blanca acusa de haber convertido a Venezuela en un centro de operaciones del narcotráfico internacional.

Informes de la DEA, del Comando Sur de Estados Unidos y del Departamento del Tesoro sostienen que el país se ha transformado en una de las principales rutas de tránsito de cocaína hacia EEUU y el mundo, controlada en gran medida por redes vinculadas a altos mandos militares y políticos del chavismo.

El Cártel de los Soles, según EEUU, actúa como un consorcio criminal dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas, encargado de proteger los envíos de droga provenientes de Colombia y asegurar su paso por puertos y aeropuertos del país. Asimismo, la banda criminal Tren de Aragua, que Trump incluyó en febrero en la lista de organizaciones terroristas extranjeras junto al propio Cártel de los Soles, se ha expandido por toda Sudamérica y también EEUU, diversificando sus actividades criminales y generando creciente en territorio estadounidense.

La ofensiva estadounidense contra estos grupos criminales en el mar Caribe, a través de un despliegue militar imponente, también se interpreta en privado por algunos funcionarios de la Administración Trump como una estrategia indirecta para ir contra el régimen de Maduro, que ha denunciado las acciones como “una agresión imperial” y “un intento de cambio de régimen”.

Mientras tanto, desde la Casa Blanca se reconoce al dictador Maduro como un “líder ilegítimo”, pero no se ha confirmado —ni negado— una acción directa para deponerlo.

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