Trump enaltece el legado de Charlie Kirk: “Ahora es un mártir de la libertad estadounidense”
“El arma estaba apuntada a él, pero la bala iba dirigida a todos nosotros”, dijo el presidente, advirtiendo sobre la violencia política en el país.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abraza a Erika Kirk, viuda de Charlie Kirk
El presidente Donald Trump elogió y enalteció la vida y la obra de Charlie Kirk durante el servicio conmemorativo celebrado en el State Farm Stadium, en Glendale (Arizona), donde describió al fundador de Turning Point USA como un “mártir de la libertad” y situó su asesinato como un ataque contra las “más sagradas libertades” de los estadounidenses.
Antes decenas de miles de asistentes, con un estadio absolutamente abarrotado, Trump vinculó al asesinato de Kirk con una amenaza general a Estados Unidos: “El arma estaba apuntada a él, pero la bala iba dirigida a todos nosotros”.
El discurso del presidente deambuló entre el lamento por el asesinato del joven activista conservador y la crítica contra la violencia política, específicamente la que provino de la izquierda radical en los últimos años.
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Trump definió al autor del ataque como “un monstruo radicalizado y de sangre fría” y responsabilizó a la “izquierda radical” de desarrollar el caldo de cultivo de buena parte de la violencia política que atraviesa al país. En ese sentido, el mandatario prometió que su Departamento de Justicia identificaría y perseguiría a quienes financian y perpetran actos violentos de índole político.
“Ningún bando en la política estadounidense tiene el monopolio de las personas perturbadas o desorientadas, pero hay una parte de nuestra comunidad política que cree tener el monopolio de la verdad, la bondad y la virtud, y concluye que también tiene un monopolio del poder, del pensamiento y del discurso. Bueno, eso ya no está ocurriendo,” dijo Trump. “Si el discurso es violencia, entonces algunos concluirán que la violencia está justificada para detener el discurso. Y no vamos a permitir que eso sea justificado”.
El presidente Trump también dedicó gran parte de su discurso a honrar el legado de Kirk, a quien describió como un "misionero con un espíritu noble”, destacando sus virtudes como líder conservador dentro de la juventud estadounidense.
“Ahora es mártir de la libertad estadounidense”, sentenció el mandatario. "Sé que hablo en nombre de todos los presentes hoy cuando digo que ninguno de nosotros olvidará jamás a Charlie Kirk, y la historia tampoco lo hará”.
Erika Kirk, la viuda, habló antes que el presidente y, en contraste, ofreció una intervención mucho más cargada de fe y perdón: “Mi esposo Charlie, él quería salvar a los hombres jóvenes, justo como el que le quitó la vida… Yo lo perdono”.
El discurso de Kirk enfatizó la misión de su esposo por “revivir a la familia estadounidense” y la importancia de mantener el debate político en los campus universitarios; además, confirmó que asumirá la dirección ejecutiva de Turning Point USA para continuar esa labor.
El memorial, cuya puesta en escena se diferenció de un acto solemne fúnebre para abrazar una estética similar a la de un mitin político, un servicio religioso y un concierto— contó con actuaciones de músicos cristianos y mesas de registro de votantes dentro de la arena, reuniendo a varias figuras de la órbita republicana. Entre los más destacados, además del presidente Trump, se encontraron el vicepresidente JD Vance, el senador Marco Rubio y otros miembros del gabinete que tomaron la palabra en un acto comparado con un funeral de Estado por su magnitud y la presencia de altos cargos del Gobierno federal.
El cierre del memorial fue muy emotivo: Trump subió al estrado junto a Erika Kirk, la abrazó y el acto concluyó con canciones patrióticas que resonaron por todo lo alto. El público, notoriamente emocionado, no paró de aplaudir y llorar a lo largo y ancho del evento.