Gobernadores y alcaldes demócratas se alistan para desafiar el plan de deportación masivo de Trump

Diversos gobernadores y alcaldes demócratas de todo el país se están alistando para desafiar el plan de deportación masivo del presidente electo Donald Trump.

La alcaldesa demócrata de Boston, Michelle Wu, fue la última que amenazó con no cooperar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) porque la ciudad, según sus palabras, seguirá siendo un “santuario” para inmigrantes ilegales.

En una entrevista el domingo para WCVB, a Wu se le preguntó sobre el plan de deportación de Trump y también mencionó que su ciudad tampoco cooperará con la Administración entrante de Trump en materia de deportaciones.

"Las elecciones tienen consecuencias, y el gobierno federal es responsable de un cierto conjunto de acciones, y las ciudades, ninguna ciudad individual, puede revertir o anular algunas partes de eso", dijo Wu. 

"Pero lo que podemos hacer es asegurarnos de que estamos haciendo nuestra parte para proteger a nuestros residentes de todas las formas posibles, que no estamos cooperando con aquellos esfuerzos que en realidad amenazan la seguridad de todos al causar miedo generalizado y tener un impacto económico a gran escala", añadió.

Wu después explicó que los inmigrantes que llegaron a Boston ya son residentes y forman parte de la comunidad.

"Y luego estamos brindando espacios para llegar directamente a nuestros residentes, porque lo último que queremos es que las personas que son parte de nuestra economía, parte de nuestro sistema escolar, parte de nuestra comunidad y el tejido de nuestra ciudad, sientan que de repente tienen que retirarse a las sombras por temor a comunicarse con los servicios de la ciudad, ya sea llamar al 911, cuando lo necesita, o llevar a su hijo a la escuela, todos esos son servicios de la ciudad que no tienen nada que ver con la aplicación de la ley de inmigración, y continuaremos protegiendo a nuestros residentes dentro de esos espacios".

Además de Wu, otros gobernadores demócratas dijeron públicamente que se opondrán energéticamente a las políticas migratorias de Trump.

“Absolutamente no”, dijo la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, la semana pasada en MSNBC, cuando se le preguntó si colaborará con las deportaciones de la próxima Administración.

“La clave aquí es que todas las herramientas de la caja de herramientas se van a utilizar para proteger a nuestros ciudadanos, para proteger a nuestros residentes y proteger a nuestros estados, y ciertamente para mantener la línea de la democracia y el estado de derecho como un principio básico”, afirmó Healey.

Dos gobernadores demócratas más, Phil Murphy, de Nueva Jersey; y JB Pritzker, de Illinois, se sumaron a Healey.

Murphy, dijo que está “dispuesto a intentar cualquier cosa” para detener los planes migratorios de Trump, incluidas las deportaciones masivas.

“Si es contrario a nuestros valores, lucharemos hasta la muerte”, dijo Murphy a la prensa la semana pasada. “Si hay una oportunidad para un terreno común, la aprovecharemos tan rápido como cualquiera”.

Por su lado, JB Pritzker fue igual de contundente: “Si vienen por mi gente, vienen a través de mí”.

A pesar de sus duras declaraciones, aún no está claro como los alcaldes y gobernadores demócratas pueden actuar para frenar las políticas migratorias de Trump.