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Trump confirma que quiere utilizar militares para llevar adelante su plan de deportaciones masivas

La próxima Administración se perfila para llevar adelante una política migratoria de mano dura, revirtiendo por completo el enfoque del Gobierno demócrata saliente.

Un oficial de la Guardia Nacional de Texas guia a un grupo de inmigrantes hacia la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos

Un oficial de la Guardia Nacional de Texas guía a un grupo de inmigrantesAllison Dinner / AFP

El presidente electo Donald Trump confirmó el lunes en su red social Truth que tiene la intención de declarar una emergencia nacional para, posteriormente, utilizar al Ejército estadounidense de alguna forma para ayudar en sus planes de deportaciones masivas.

Respondiendo durante la madrugada a una publicación hecha a principios de este mes por Tom Fitton, quien dirige el grupo conservador Judicial Watch, Trump confirmó que quiere usar activos militares para deportar inmigrantes ilegales.

En su post, Fitton dijo que la Administración Trump “declararía una emergencia nacional y utilizará activos militares” para hacer frente a la inmigración ilegal “a través de un programa de deportación masiva”.

Temprano en la madrugada del lunes, Trump citó el post de Fitton con el comentario: “¡¡¡VERDADERO!!!”.

De acuerdo con el New York Times, a lo largo de la historia el Congreso ha otorgado a los presidentes amplios poderes para declarar emergencias nacionales según sus criterios, una situación que desbloquea poderes de reserva como la reorientación de fondos legislativos que se habían aprobado para otros fines.

“Durante su primer mandato, por ejemplo, el Sr. Trump invocó este poder para gastar más en un muro fronterizo de lo que el Congreso había estado dispuesto a autorizar”, se explica en el New York Times. El presidente electo podría optar por una estrategia similar para sus planes de deportaciones.

La intención de Trump de usar el Ejército para ayudar con sus planes migratorios no es una conversación nueva.

Anteriormente, durante la campaña, el principal asesor en temas migratorios de Trump, Stephen Miller, nombrado como nuevo subdirector de política de la próxima Administración, dijo al New York Times que los fondos destinados al Ejército de Estados Unidos podrían jugar un papel en la lucha contra la inmigración ilegal.

Particularmente, Miller dijo que los fondos militares se utilizarían para construir “vastas instalaciones de retención que funcionarían como centros de parada” para los inmigrantes mientras sus casos progresaban a la espera de una deportación. Este esfuerzo, según el alto asesor de Trump, sería gestionado por el Departamento de Seguridad Nacional, que estará dirigido para el año que viene por la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem

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