Rudy Giuliani deberá entregar joyas y su apartamento en Manhattan a dos trabajadores electorales de Georgia
El exalcalde de la Ciudad de Nueva York perdió un millonario juicio por difamación a finales del 2023 y posteriormente se declaró en quiebra.
Un juez federal ordenó que Rudy Giuliani entregue una larga lista de propiedades a las dos trabajadoras electorales de Georgia que le ganaron un juicio por difamación a finales del 2023. El listado incluye su departamento en Manhattan, más de doce relojes de lujo, un Mercedes-Benz y dinero en efectivo. Por si fuera poco, también deberá hacerse cargo de dos millones de dólares por honorarios de abogados no pagados de la campaña de Donald Trump en 2020.
De acuerdo con la decisión del juez federal de distrito, Lewis Liman, el exalcalde de la Ciudad de Nueva York deberá resarcir a Ruby Freeman y Shaye Moss, quienes le ganaron en diciembre un juicio por “difamación, infligir intencionalmente angustia emocional, conspiración civil y daño punitivo”.
El escrito de 24 páginas también le ordenó al republicano a entregar su camiseta firmada por Joe DiMaggio, entre otros recuerdos deportivos. El magistrado todavía no decidió si Giuliani puede o no conservar su un condominio en Palm Beach y los cuatro anillos de la Serie Mundial de los Yankees de Nueva York, los cuales fueron regalos de su padre.
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Inicialmente el fallo condenó a Giuliani a pagar 148,7 millones de dólares, aunque este se declaró en bancarrota y prometió apelar la decisión del juez Liman.
El veredicto contra Rudy Giuliani
El exalcalde de la Ciudad de Nueva York fue condenado en diciembre del 2023 a pagar 148, 7 millones por difamación.
Durante el juicio civil de cuatro días, Freeman y Moss describieron cómo sus vidas habían tomado un giro radical luego de las declaraciones de Giuliani, recibiendo en consecuencia amenazas violentas y racistas. En efecto, su estrategia legal se basó en cómo ambas habían perdido la reputación de sus nombres y en consecuencia debían vivir de forma muy discreta.
"El 4 de diciembre de 2020 fue el último día que fui esta Shaye extrovertida, feliz y burbujeante. Ese fue el día en que todo cambió en mi vida; todo se puso patas arriba", testificó Moss durante el juicio. "¿Cuál es mi nombre hoy? ¿Quién soy hoy? ¿Qué nombre voy a usar? No puedo decir quién soy", señaló Freeman.
La carátula de la demanda era por “difamación, infligir intencionalmente angustia emocional, conspiración civil y daño punitivo”. De los 148,7 millones a pagar, 17 millones irán a parar a Moss por la difamación, a lo que hay que sumar otros 20 millones por angustia emocional. Por su parte, Freeman recibirá 16,2 millones por difamación y los mismos 20 millones por la angustia emocional provocada. A su vez, recibieron 75 millones adicionales en concepto de daños punitivos.