McCarthy responde a China que no le debe explicaciones sobre su posible visita a Taiwán
El presidente de la Cámara de Representantes fue cuestionado sobre el tema durante una rueda de prensa a las afueras de la Casa Blanca.
El, decidió no quedarse callado antes las advertencias del Partido Comunista Chino (PCCh) de que no visitara Taiwán tras los informes de un posible viaje.
El político republicano demostró que no se dejaría intimidar por el régimen durante una rueda de prensa en la que se le preguntó sobre el comentario de China sobre que no debería viajar a Taiwán como lo hizo la expresidente de la Cámara Nancy Pelosi. “No creo que China pueda decirme a dónde ir en ningún momento”, expresó McCarthy tras su reunión con el presidente Joe Biden.
Los republicanos apoyan posible visita a la isla
Tras los rumores del viaje de McCarthy a Taiwán y las advertencias del Partido Comunista Chino, los republicanos han querido alzar su voz en señal de apoyo a la posible visita. “Los legisladores y funcionarios estadounidenses no necesitan una hoja de permiso de la China comunista para hablar con nuestros amigos y aliados. Me alegra que el presidente McCarthy se mantenga firme y espero que tenga una visita productiva”, manifestó el representante de Wisconsin, Tom Tiffany.
La representante de California, Michelle Steel, también comentó al respecto, asegurando que Estados Unidos no va a aceptar ninguna orden del régimen chino. Asimismo, afirmó que el PCCH no debería “dictar las acciones de ninguna nación libre y soberana”.
El PCCh también amenazó a EEUU por el viaje de Pelosi
Cuando Nancy Pelosi anunció sus intenciones de ir a Taiwán en el año 2022, el Partido Comunista Chino también lanzó amenazas violentas. “Jugar con fuego te prenderá fuego”, le dijo Xi Jinping, presidente de China, a Biden durante una llamada telefónica.
Xijin Hu, exeditor del Global Times, de propiedad estatal de China, también llegó a afirmar que, si aviones de combate estadounidenses escoltaban el avión de Pelosi a Taiwán, lo considerarían una invasión.
Luego de la visita, el régimen chino optó por tomar una serie de acciones militares para provocar tanto a Taiwán como a Estados Unidos y desde entonces, lo que incluyó el lanzamiento de misiles hacia la isla que terminaron aterrizando en aguas de la zona exclusiva de Japón.