Washington y Pekín suavizan su guerra comercial con nuevas reducciones arancelarias
En una declaración separada, el Gobierno chino informó además que levantará los gravámenes de hasta el 15% sobre la soja y otros bienes agrícolas estadounidenses, una medida que busca reforzar los vínculos en el sector agrícola y contribuir a la estabilidad comercial.

Cumbre EEUU-China
El presidente Donald Trump formalizó este martes un acuerdo comercial mediante el cual Washington reducirá del 20% al 10% sus aranceles adicionales sobre las importaciones procedentes de China, medida que entrará en vigor el 10 de noviembre.
Los gravámenes sobre numerosos productos chinos habían sido impuestos como represalia por el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, donde presuntamente China juega un papel importante en la cadena de suministro, el dijo en su momento el mandatario.
La decisión llega tras las conversaciones mantenidas la semana pasada en Corea del Sur entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, donde ambos líderes acordaron extender por un año su delicada tregua comercial, luego de varias rondas de negociaciones que buscaron aliviar las tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
En respuesta, China anunció este miércoles que prolongará durante un año la suspensión del arancel adicional del 24% que había impuesto a los productos estadounidenses, manteniendo un gravamen general del 10%.
Según un comunicado publicado en la página web del Ministerio de Finanzas de China, y citando al Consejo de Estado de Pekín, "durante un año se seguirá suspendiendo el arancel del 24% sobre los productos estadounidenses, manteniendo una tarifa del 10%". La medida también entrará en vigor el 10 de noviembre y se enmarca en el consenso alcanzado durante las consultas económicas y comerciales bilaterales.
En una declaración separada, el Gobierno chino informó además que levantará los gravámenes de hasta el 15% sobre la soja y otros bienes agrícolas estadounidenses, una medida que busca reforzar los vínculos en el sector agrícola y contribuir a la estabilidad comercial.
Las tensiones comerciales entre ambos países se intensificaron a lo largo de 2025, con la imposición mutua de tarifas cada vez más elevadas. En su punto más crítico, los aranceles de ambas partes alcanzaron los tres dígitos, afectando los mercados internacionales y alterando las cadenas globales de suministro.