Tras tres días de huelga portuaria, el sindicato de estibadores llegó a un acuerdo para volver al trabajo

Tras casi tres días de huelga portuaria, la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) llegó a una acuerdo para volver a trabajar. Según la dijeron a The Associated Press fuentes relacionadas con las negociaciones, acordaron un aumento salarial y retomar las conversaciones el próximo 15 de enero. 

De acuerdo con la fuente que habló con AP, el arreglo al que llegaron el sindicato y la Alianza Marítima de los Estados Unidos les permitirá a las partas negociar un nuevo contrato de seis años.

"Quiero dar las gracias a los trabajadores sindicados, a los transportistas y a los operadores portuarios por actuar patrióticamente para reabrir nuestros puertos y garantizar la disponibilidad de suministros críticos para la recuperación y reconstrucción tras el huracán Helene", celebró el presidente Joe Biden. 

La huelga comenzó el pasado martes primero de octubre y le costó a la economía estadounidense unos 5 mil millones de dólares diarios, dada su extensión desde Maine a Texas. Llegó además en un pico de compras navideñas en los 36 puertos involucrados, por donde pasa aproximadamente la mitad de la carga de los barcos que entran y salen de Estados Unidos.

En cuanto a las consecuencias para el consumidor, Jena Santoro, gerente senior de inteligencia de riesgo global en la firma de gestión de riesgos de la cadena de suministro Everstream Analytics, estimaba que podían llegar a haber subidas de precios y escasez en algunos productos entrada la segunda semana consecutiva de huelga.

A nivel nacional, Kamala Harris y Donald Trump intercambiaron culpas, aunque desde la Casa Blanca tenían un mecanismo legal para terminar la huelga, el cual se negaron a utilizar. Se trata de Ley Taft-Hartley, legislación que se promulgó en 1947 a pesar del veto inicial del veto inicial del presidente Harry Truman. 

La legislación permite a los presidentes solicitar un período de “reflexión” de 80 días en un tribunal, obligando así a los trabajadores a volver a sus puestos en lo que dure el citado plazo. Se aplica para las huelgas que “pongan en peligro la salud o la seguridad nacional” y fue invocado por última vez por George W. Bush en 2002.