Murió Dick Cheney, vicepresidente con Bush y uno de los grandes enemigos de Trump
Figura clave en la política republicana durante más de cuatro décadas, el político fue el arquitecto de algunas de las decisiones más trascendentes y polémicas de la era posterior al 11 de septiembre.

(Archivo) El vicepresidente estadounidense Dick Cheney
Dick Cheney, uno de los vicepresidentes más influyentes y controvertidos en la historia moderna del país y uno de los más acérrimos enemigos de Donald Trump en el GOP, falleció a los 84 años debido a complicaciones derivadas de una neumonía y una enfermedad cardíaca y vascular, informó su familia este martes.
Figura clave en la política republicana durante más de cuatro décadas, Cheney fue el arquitecto de algunas de las decisiones más trascendentes y polémicas de la era posterior al 11 de Septiembre. Como vicepresidente de George W. Bush entre 2001 y 2009, tuvo un papel central en la invasión de Irak en 2003.
En sus últimos años, Cheney se distanció del Partido Republicano por su oposición frontal a Donald Trump, a quien calificó de "mayor amenaza para la república". Dos meses antes de las elecciones presidenciales del año pasado, el exvicepresidente protagonizó una importante intervención: anunció que votaría por la candidata demócrata Kamala Harris.
Su hija, Liz Cheney, siguió sus pasos políticos y perdió su escaño en el Congreso tras votar a favor del impeachment contra Trump. También dio su apoyo a Harris para los comicios de 2024.
"Guerra contra el terrorismo", una visión de Cheney
Nacido en Lincoln, Nebraska, en 1941, Richard Bruce Cheney creció en Wyoming, donde inició su carrera política. Fue congresista por ese estado durante seis mandatos y más tarde secretario de Defensa bajo George H. W. Bush, dirigiendo la Operación Tormenta del Desierto en 1991.
Conocido por su estilo reservado y su pragmatismo político, Cheney enfrentó graves problemas cardíacos a lo largo de su vida, sobreviviendo a varios infartos y recibiendo un trasplante de corazón en 2012. Pese a sus problemas de salud, se mantuvo activo como escritor y comentarista, defendiendo con fuerza sus decisiones.
Recordado por sus aliados como un servidor público decidido y por sus críticos como símbolo de los excesos de la política exterior estadounidense, Dick Cheney deja un legado tan influyente como divisivo. Le sobreviven su esposa, Lynne, sus hijas Liz y Mary, y siete nietos.
Liz Cheney: la voz disidente dentro del Partido Republicano
Cheney, quien representó a Wyoming en la Cámara de Representantes y llegó a ocupar un alto cargo en el liderazgo republicano, fue acusada por aliados de Trump de "traicionar" a su electorado al apoyar su segundo juicio político y al integrar el comité que investigó los hechos del Capitolio.
Para el movimiento MAGA, su postura ha sido interpretada como una desviación de la unidad partidaria en un momento clave.