Los cargos contra Luigi Mangione que podrían acarrearle la pena de muerte
El sospechoso del asesinato de Brian Thompson se enfrentará a una acusación estatal y una federal.
Luigi Mangione (26) se encuentra nuevamente en Nueva York, desde donde habría huido a Pensilvania tras presuntamente asesinar a Brian Thompson (50) en plena calle a principios de mes. Este jueves compareció por primera vez ante un tribunal.
Mangione enfrentará tanto cargos estatales como federales. Los últimos fueron anunciados por el Departamento de Justicia el jueves: dos por acecho, uno por una ofensa con arma de fuego y otro más por homicidio. Este último podría resultar en la pena de muerte.
El DOJ asegura que tiene competencia para acusar a Mangione porque este habría viajado de Atlanta a Nueva York para cometer el crimen, incluyendo la vigilancia previa al ataque y el propio asesinato. El delito, aseguran, comenzó en Georgia.
La abogada del sospechoso, Karen Friedman Agnifilo, emitió un comunicado protestando los nuevos cargos:
"La decisión del gobierno federal de acumular cargos a un caso ya saturado con cargos de asesinato en primer grado y terrorismo de estado es altamente inusual y plantea serias preocupaciones constitucionales y estatutarias de doble incriminación. Estamos dispuestos a luchar contra estos cargos ante cualquier tribunal que se presenten".
Acceda a la denuncia federal
"Mangione habría llevado a cabo una ejecución cuidadosamente premeditada y dirigida a incitar debates nacionales", sostuvo el director adjunto del FBI, James E. Dennehy, en la presentación de la acusación federal. "Este presunto complot demuestra una actitud displicente hacia la humanidad, al considerar el asesinato un recurso apropiado para saciar agravios personales".
Los otros cargos de Mangione
A nivel estatal, Mangione suma once cargos. Hace tan sólo días los fiscales añadieron más a los que se conocieron a principios de mes. Uno de los nuevos, al que refiere la Agnifilo en su comunicado, es el de asesinato como acto de terrorismo.
"Fue un asesinato aterrador, bien planificado y dirigido, con la intención de causar conmoción, alarma e intimidación", dijo en relación a este último el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg. "Ocurrió en una de las partes más bulliciosas de nuestra ciudad, amenazó la seguridad de los residentes locales y turistas por igual, viajeros y gente de negocios que acaba de comenzar su día".
El castigo máximo que Mangione puede recibir por estos últimos es la prisión perpetua, porque Nueva York no cuenta con la pena de muerte. Uno por uno, son:
- Asesinato en primer grado (un cargo).
- Asesinato en segundo grado (dos cargos).
- Posesión criminal de un arma en segundo grado (dos cargos).
- Posesión criminal de un arma en tercer grado (cuatro cargos).
- Posesión criminal de un arma en cuarto grado (un cargo).
- Posesión criminal de un instrumento falsificado en segundo grado (un cargo).
Un asesinato a plena luz del día
Brian Thompson murió la madrugada del 4 de diciembre tras recibir disparos en las calles de Manhattan frente al Hilton. La Policía rápidamente sospechó de un ataque selectivo.
Thompson dejó atrás a su esposa y dos hijos.
El episodio rápidamente llamó la atención en medios y redes, lo que ayudó a difundir las imágenes de las cámaras que captaron el momento del crimen y la huida del asesino. En dos de ellas, se podía ver al sospechoso con la cara descubierta.
Estas imágenes sirvieron para que cuatro días después del tiroteo, en Altoona, Pensilvania, un comensal en un McDonald's dijera a otro que el hombre comiendo cerca de ellos se parecía al de las fotografías. Un empleado los oyó y llamó a la Policía.
Mangione fue capturado en el restaurante. Desde entonces han surgido varios detalles, como que un agente encontró en su mochila una pistola y un silenciador, ambos negros e impresos en 3D. O que las autoridades hallaron un manifiesto con amenazas al sector sanitario -"estos parásitos se lo merecían"- y que las huellas dactilares de Mangione coincidían con las recogidas en la escena del crimen.
Usuarios de redes sociales, manifestantes e incluso algunos legisladores progresistas justificaron el asesinato de Thompson por el servicio deficiente, dicen, de las aseguradoras.