Prisión para un ranchero de Montana por hibridar muflones asiáticos gigantes con ovejas
Arthur Schubarth inseminaba ovejas con material genético de argalí, una especie en peligro de extinción, para crear objetivos de caza único y venderlos a gran precio a ranchos de caza.
Un ranchero de Montana que intentó criar un híbrido de oveja gigante con material genético de muflón asiático para venderlos como trofeos a ranchos de caza fue sentenciado a seis meses de cárcel.
Arthur Schubarth, de 81 años, importó de Kirguistán de forma ilegal material genético de argalís, denominadas Ovis ammon, la oveja salvaje más grande del mundo.
Schubarth implantaba los embriones en ovejas en su rancho en Montana que daban a luz crías genéticamente puras de argalí, conocido como el carnero de Marco Polo, una especie amenazada de extinción que puede pesar hasta 135 kilos y que tiene cuernos de más de 1,5 metros de punta a punta.
Schubarth usaba también el semen de este espécimen para preñar varias especies de ovejas en un intento de crear híbridos nunca antes visto, con el objetivo de producir una oveja aún más grande.
El condenado esperaba vender estos animales a ranchos de caza, lugares en donde los clientes pagan para dispararle a animales cautivos, y en donde las especies más grandes pueden generar mayor lucro.
"La conducta criminal de Schubarth no condice con la forma en que los habitantes de Montana tratan la vida salvaje", dijo el fiscal de distrito encargado del caso, Jesse Laslovich.
"De hecho, sus acciones amenazaron las especies silvestres autóctonas de Montana por la única razón de que él y sus cómplices querían ganar más dinero".
"La codicia de Schubarth llevó a su conspiración para traer a Montana desde Kirguistán partes de la especie de oveja más grande del mundo".
"Tales acciones para crear animales híbridos son tan antinaturales como ilegales".
Schubarth, cuyo rancho cría y vende ovejas y cabras de montaña, entre otros ungulados, principalmente para ranchos de caza, admitió un cargo de conspiración para violar la Ley Lacey, que prohíbe el comercio interestatal de determinados animales salvajes, y que es utilizada por las autoridades para combatir el tráfico de fauna salvaje.
El ranchero también aceptó otro cargo de violación sustantiva de esta ley en una audiencia previa.
Además de la pena de prisión, Schubarth tendrá que pagar una multa de 20.000 dólares al Fondo de la Ley Lacey, 4.000 dólares a la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre y 200 dólares por una asesoría especial.