Carolina del Sur aplica la inyección letal a Freddie Owens, el primer preso condenado a muerte en 13 años
El hombre fue condenado en 1999 por el homicidio de una empleada de una tienda durante un robo en Greenville, en la noche de Halloween de 1997.
Carolina del Sur aplicó la inyección letal a Freddie Owens, condenado por homicidio en 1997, en la primera ejecución en ese estado en 13 años.
Owens, de 46 años, fue declarado muerto a las 18:55 hora local. No se hizo una declaración final, dijeron las autoridades locales. El último condenado a muerte ejecutado en Carolina del Sur había sido Jeffrey Motts, de 36 años, el 6 de mayo de 2011.
La ejecución se produjo luego de que la Corte Suprema de Carolina del Sur se negara a detener su ejecución el jueves. El gobernador Henry McMaster también decidió no conceder la clemencia solicitada por Owens.
Los abogados de Owens, en un intento final por salvar su vida, solicitaron una suspensión de la ejecución ante la Corte Suprema de los Estados Unidos el viernes, horas antes de su ejecución, pero el alto Tribunal denegó la solicitud.
Owens había sido condenado a muerte en 1999 por matar a Irene Graves, una empleada de una tienda de conveniencia, durante un robo en Greenville, Carolina del Sur, cuando tenía 19 años. El suceso ocurrió durante la noche de Halloween de 1997.
Según la reconstrucción del caso, él y otro hombre robaron unos 37 dólares de una registradora y le dispararon a Graves en la cabeza cuando no pudo abrir una caja fuerte.
Los abogados de Owens lamentaron la ejecución de su ahora fallecido cliente, afirmando que fue injustamente encarcelado porque él supuestamente no cometió el asesinato.
“Freddie Owens no mató a la Sra. Graves. Su infancia estuvo marcada por un sufrimiento en una escala difícil de comprender”, dijo el abogado Gerald “Bo” King en un comunicado enviado a CNN. “Pasó su adultez en prisión por un crimen que no cometió. Los errores legales, acuerdos ocultos y pruebas falsas que hicieron posible esta noche deberían avergonzarnos a todos”.
Este año en Estados Unidos ya ocurrieron 14 ejecuciones, repartidas entre Alabama, Texas, Misuri, Oklahoma, Carolina del Sur, Florida, Georgia y Utah. Para la próxima semana hay cuatro ejecuciones más programadas.