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La Organización de Venezolanos Políticos Perseguidos en el Exilio solicita la pena capital para los presuntos asesinos de Jocelyn Nungaray

Las autoridades arrestaron el viernes a los inmigrantes ilegales Franklin José Peña Ramos y Johan José Martínez Rangel a quienes acusaron de matar a la pequeña de 12 años.

Vista judicial de Franklin Peña por el asesinato de Jocelyn Nungaray.

Vista judicial de Franklin Peña por el asesinato de Jocelyn Nungaray(YouTube: KHOU 11)

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La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), con sede en Miami, se pronunció este miércoles sobre el asesinato de la niña Jocelyn Nungaray, pidiendo a la Justicia estadounidense que aplique la pena capital contra los presuntos asesinos de la pequeña de 12 años.

Los inmigrantes ilegales procedentes de Venezuela, Franklin José Peña Ramos, de 26 años, y Johan José Martínez Rangel, de 22 años, fueron arrestados por la Policía de Houston el viernes por la muerte de Jocelyn, cuyo cuerpo apareció en un río de Houston cuatro días antes.

En el comunicado, publicado en X por su presidente, José Antonio Colina, la organización manifestó su pesar por la muerte de la pequeña, asegurando que demostraba "el fracaso de una revolución que está exportando delincuentes fuera de las fronteras de Venezuela":

La Policía de Houston arrestó a Franklin José Peña Ramos y Johan José Martínez Rangel después de encontrar imágenes de los dos hablando con la menor

Justo después, según indicaron los documentos judiciales, ambos atrajeron a la niña debajo de un puente donde le quitaron los pantalones, la ataron y posteriormente la estrangularon, deshaciéndose de su cuerpo arrojándolo a un pantano, donde la encontraron la mañana del lunes.

No es el primer delito que se imputa a los presuntos asesinos. Según aseguró a los medios el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se detuvo a ambos en la frontera recientemente por entrar ilegalmente al país.

Sin embargo, las autoridades los pusieron en libertad con grilletes electrónicos y una orden para comparecer ante un tribunal de inmigración. 

Además, tras el presunto asesinato de la pequeña Jocelyn Nungaray, un juez de Texas les impuso una fianza de diez millones de dólares ante el alto riesgo de que se fugasen.

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