ANÁLISIS
Pulso por Chicago: el alcalde Brandon Johnson crea "zonas libres del ICE" y demanda a la Administración
La ciudad e Illinois presentaron una denuncia contra la federalización de los guardias nacionales que el Gobierno quiere enviar al estado.

Brandon Johnson y JB Pritzker
"Frenar a esta Administración fuera de control". En una combativa conferencia de prensa, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ordenó la creación de "zonas libres del ICE". Minutos más tarde, su oficina y la del gobernador del estado, JB Pritzker, llevaron a la justicia el despliegue de la Guardia Nacional.
La orden ejecutiva rubricada por Johnson veta el acceso de las autoridades migratorias federales a establecimientos de la ciudad. Estos contarán con el siguiente cartel, según Fox: "Este establecimiento es propiedad de o está controlado por la Ciudad de Chicago. No puede ser utilizado por las autoridades migratorias, incluyendo como zona de preparación, lugar de tramitación o base de operaciones".
El alcalde demócrata explicó que los negocios privados que así lo deseen podrán unirse a la iniciativa, creando "un amplio escudo cívico". "Si el Congreso no controla a esta Administración, lo hará Chicago".
El equipo de comunicación de respuesta rápida del Gobierno arremetió contra la iniciativa: "Esto es una LOCURA. Está ayudando y encubriendo a asesinos, violadores, traficantes y pandilleros inmigrantes ilegales".
Demanda al despliegue de la Guardia Nacional
También este lunes, Chicago e Illinois demandaron el intento de la Administración de enviar guardias nacionales al estado. El secretario de Guerra, Pete Hegseth, había firmado en las últimas horas una orden movilizando a cientos de miembros de la Guardia Nacional de Texas y la de Illinois.
"Los estadounidenses, independientemente de dónde residan, no deberían vivir bajo la amenaza de ocupación por parte del Ejército de los Estados Unidos", se puede leer en la demanda. "Y menos aún simplemente porque los dirigentes de su ciudad o estado hayan caído en desgracia ante el presidente".
Los demandantes aseguraron que la medida infringía "la soberanía y el derecho al autogobierno" del estado. Crearía, afirmaron, "más disturbios" y "daño económico". Su objetivo es un bloqueo inmediato y permanente.
Abbott respalda el envío de guardias nacionales
En respuesta a una publicación de JB Pritzker, en la que bautizó la medida como "la invasión de Trump", el gobernador texano, Greg Abbott, dio su autorización "completa" para que el presidente convocara a 400 miembros de la Guardia Nacional de Texas.
"O bien se aplica plenamente la protección a los empleados federales o bien se deja paso a la Guardia de Texas para que lo haga", escribió Abbott. "Ninguna Guardia puede igualar el entrenamiento, la habilidad y la experiencia de la Guardia Nacional de Texas".
¿Qué pasó el fin de semana en Chicago?
La Administración justifica el envío de guardias nacionales a estados y ciudades de todo el país alegando problemas de seguridad en general y en particular para los agentes federales, quienes, aseguran, están siendo víctima de ataques cada vez más frecuentes.
Tras el incidente, se hicieron públicas supuestas comunicaciones internas del Departamento de Policía de Chicago que demostrarían que los uniformados locales recibieron la orden de no auxiliar a los oficiales de inmigración. Además de políticos republicanos, también salió a criticar la Orden Fraternal Nacional de Policía (FOP).
"La regla número uno no escrita en la aplicación de la ley es que respondemos a cualquier llamada de agentes en peligro", Chris Southwood, presidente del FOP en Illinois. "Independientemente de si se está de acuerdo o no con la aplicación de las leyes de inmigración, cuando un agente de la ley se encuentra en peligro, nada debería impedir que sus compañeros le presten ayuda".