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Trump planea despedir al equipo del fiscal Jack Smith y utilizar el DOJ para investigar las “irregularidades” de las elecciones de 2020

Es probable que el presidente electo no pueda cumplir su promesa de despedir personalmente a Smith, quien planea renunciar a su puesto en diciembre.

Jack Smith y Donald Trump en una imagen de archivoAFP / Mandel Ngan, Jeff Kowalsky

El presidente electo Donald Trump está listo para despedir al equipo del fiscal Jack Smith, quien lideró dos procesos penales contra el líder republicano y fue acusado en distintas ocasiones de usar sus poderes en el Departamento de Justicia (DOJ) como arma política contra Trump.

Asimismo, Trump también estaría planificando, aunque no de forma inmediata, organizar un equipo especial dentro del DOJ para investigar las irregularidades de las elecciones de 2020, cuando Joe Biden se impuso ganando la mayoría de los estados indecisos. Hasta ahora, Trump insiste, sin pruebas concretas, que sufrió un “fraude” en los campos de batalla.

Estas dos ideas de Trump fueron reveladas en un reportaje del Washington Post, que citó fuentes anónimas dentro del equipo del presidente electo.

Según el WaPo, las dos ideas “ofrecen nuevas pruebas de que la intención de Trump de alterar el statu quo en Washington se centrará principalmente en el Departamento de Justicia”, principal agencia de cumplimiento de la ley de en Estados Unidos.

Sin embargo, Trump podría tener obstáculos para llevar adelante sus planes.

En primer lugar, parte del equipo de Smith está integrado por abogados de carrera que usualmente están protegidos contra represalias políticas, especialmente luego de que Biden revirtiera la orden ejecutiva “Schedule F” al llegar a la Casa Blanca.

Dicha orden fue aprobada por Trump antes de dejar el cargo en 2021 y reclasificó a grandes sectores de empleados públicos facilitando su despido. Al revertirla, Biden fortaleció las protecciones para el personal de carrera.

Si bien Trump planea restablecer la regla Schedule F, aun así, los expertos señalan que podría llevar años implementarla, especialmente porque el hecho de despedir a grandes cantidades de empleados públicos podría ser objeto de largos litigios en los tribunales.

“Las protecciones que Biden implementó ayudarán, pero será una batalla”, dijo al WaPo Rushab Sanghvi, consejero general en funciones de la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales. 

Rushab representa a algunos empleados del Departamento de Justicia, pero no específicamente a fiscales, que son los que quiere despedir Trump.

Asimismo, también es probable que el presidente electo no pueda cumplir su promesa de despedir personalmente al fiscal Smith, quien planea renunciar a su puesto en diciembre mientras busca cómo cerrar sus casos contra el republicano.

Cuando el diario consultó al equipo de transición de Trump sobre la idea de investigar las elecciones de 2020 y despedir al equipo de Smith, la principal portavoz fue clara en responder que el presidente electo fue votado por los estadounidenses para depurar al DOJ.

“El presidente Trump hizo campaña con la promesa de despedir a burócratas deshonestos que han participado en la ilegal politización de nuestro sistema de justicia, y el pueblo estadounidense puede esperar que cumpla esa promesa,” dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de Trump. “Una de las muchas razones por las cuales el presidente Trump ganó por un amplio margen es que los estadounidenses están hartos de ver cómo sus impuestos se utilizan para atacar a los enemigos políticos de la administración Biden-Harris en lugar de perseguir a los verdaderos criminales violentos en nuestras calles”.

En los últimos años, el debate sobre la instrumentalización del Departamento de Justicia tomó fuerza a raíz de las batallas legales que Trump tuvo que enfrentar contra fiscales federales que, según los republicanos, tenían motivaciones políticas.

A menudo, los republicanos usaron el argumento de que el DOJ trató injustamente a Trump, comparando su caso de, por ejemplo, los documentos clasificados en Mar-a-Lago con el de Joe Biden, que fue tratado con menos severidad debido a su edad y agudeza mental según un informe especial.

Algunos expertos, inclinados hacia los republicanos, también catalogaron el caso de Stormy Daniels en Nueva York como una prueba de cómo un fiscal motivado puede estirar una teoría legal para convertirla en un caso contra un expresidente y candidato presidencial.

Ahora los demócratas, mientras surgen reportes de cómo Trump planea reconfigurar el DOJ, están acusando al presidente electo de instrumentalizar la justicia contra sus oponentes políticos en represalia por estos cuatro años de batallas legales.

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