Bob Casey reconoce el triunfo de David McCormick en la carrera al Senado por Pensilvania
El parejo resultado inició un recuento automático criticado por los republicanos, quienes acusaban al todavía senador demócrata de negarse a reconocer su derrota a pesar de que no tenía vías para la victoria.
Tras más de dos semanas de recuento, el demócrata Bob Casey reconoció la victoria del republicano Dave McCormick en la carrera por un escaño de Pensilvania por el Senado.
En un video subido a sus redes sociales, el veterano demócrata defendió el trabajo de su equipo en las calles y cortes para asegurarse de que "cada voto elegible emitido haya sido contado", en el que describió como "uno de los comicios más reñidos de la historia de nuestra Commonwealth".
McCormick quedó primero pero no logró superar el umbral mínimo de 0,5 puntos porcentuales para evitar un recuento automático, según lo establece la ley estatal. El recuento comenzó el lunes e iba a continuar hasta fines de mes, pero la concesión de Casey suspendió el proceso.
El republicano se había declarado ya vencedor de la carrera. En argumentos respaldados la cúpula de su partido, acusó a su contrincante de echar a perder tiempo y dinero de los contribuyentes al permitir que el recuento se prolongara sin tener, realmente, vías para quedarse con la victoria.
El conteo de votos se vio atravesado por denuncias y fallos judiciales para incluir o excluir papeletas, además de acusaciones cruzadas entre partidos. En una controvertida decisión, Chuck Schumer, todavía líder de la mayoría en el Senado, decidió excluir a McCormick en las sesiones orientativas para los senadores electos.
El otro senador por el Keystone State, el demócrata John Fetterman, aseguró que el resultado le "impactaba". Describió a Casey como el "mejor senador" en la historia del estado y dijo que era un "honor supremo" haberlo tenido como "colega, amigo y mentor".
Casey llegó a la Cámara Alta en 2007, tras haber ocupado cargos estatales. Durante la campaña, su oponente lo describió como "un político de carrera demasiado débil". Con una carrera política y empresarial a sus espaldas, McCormick logró desalojarlo de Washington DC tras 18 años.