Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina, dice que quiere “abrir una nueva página” con Trump
Una fuente del Gobierno palestino afirmó que el líder árabe está interesado en superar las tensiones que tuvo con el presidente electo estadounidense durante el mandato de la Administración Trump.
El presidente de la Autoridad Palestina (AP) Mahmud Abás quiere “abrir una nueva página” con Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, según declaró una fuente del Gobierno palestino al portal de noticias israelí N12.
La fuente añadió que Abás “ha decidido abrir una nueva página” con el republicano “con la ayuda de Arabia Saudita, y no reavivar el conflicto sobre Jerusalén y el plan de paz de Trump en su mandato anterior”.
Las tensiones entre Abás y Trump
El presidente de la AP se refirió a las tensiones que se produjeron durante la Administración Trump, cuando el entonces presidente de Estados Unidos reconoció a Jerusalén como capital de Israel y trasladó la embajada estadounidense a esa ciudad, como así también al plan de paz propuesto por el entonces Gobierno del país norteamericano.
La propuesta para alcanzar un acuerdo de paz presentada por la Administración Trump en aquella oportunidad consistía en la creación de un Estado palestino que incluiría el 70% de la Ribera Occidental, todo el territorio de la Franja de Gaza, zonas del desierto del Néguev -en el sur de Israel- conectadas al enclave costero palestino, y un sector de Jerusalén Oriental como capital.
De acuerdo con el plan, además, los palestinos recibirían 50.000 millones de dólares y debían comprometerse a abandonar el terrorismo. Sin embargo, el plan fue rechazado por el liderazgo de la Autoridad Palestina.
Abás, ¿el moderado?
El presidente de la Autoridad Palestina es considerado un moderado por una gran parte de la comunidad internacional. Sin embargo, su Gobierno otorga pagos a las familias de los terroristas eliminados por Israel o que se encuentran encarcelados en el Estado judío. Además, el año pasado generó una gran indignación luego de justificar el Holocausto, al afirmar que 6,000,000 de judíos fueron asesinados por “su función social, que tenía que ver con la usura y el dinero”.