El DOJ imputa a un funcionario de la India por tramar el asesinato de un opositor sij en Nueva York
Vitash Yadav, un agente del servicio de inteligencia indio, ordenó desde su país el asesinato de un líder secesionista de la región del Punjab, frustrado por los servicios estadounidenses.
Sede del Departamento de Justicia
El Departamento de Justicia anunció este jueves que acusa con cargos federales a un funcionario del Gobierno de la India. Vikash Yadav, de 39 años, está acusado de participar en una trama criminal que tenía como objetivo el asesinato de un líder opositor de la comunidad sij en Nueva York.
Según la acusación, en 2023 Yadav, en colaboración con otras personas, dirigió un complot para asesinar en suelo estadounidense a un abogado y activista político ciudadano americano de origen indio en la ciudad de Nueva York.
Para este fin, reclutó a otro ciudadano indio, Nikhil Gupta, de 53 años, que fue acusado anteriormente y extraditado a Estados Unidos por los cargos contenidos en la primera acusación sustitutiva de este caso. Yadav sigue en libertad, presumiblemente en la India.
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Vikash Yadav era empleado de la Secretaría del Gabinete del Gobierno de la India, que alberga el Servicio de Inteligencia exterior indio. Según la acusación, Yadav ha descrito su puesto como "alto funcionario de campo" con responsabilidades en "gestión de la seguridad" e "inteligencia". El DOJ asegura que el acusado también ha mencionado haber servido anteriormente en la Fuerza de Policía de Reserva Central de la India y haber recibido "formación de oficial" en "artes de combate" y "armas". Yadav es ciudadano y residente de la India, y dirigió el complot de asesinato desde allí.
La víctima del intento de asesinato es un líder opositor muy crítico con el Gobierno indio de Narendra Modi. Dirige una organización con sede en Estados Unidos que aboga por la secesión del Punjab, estado del norte de la India con mayoría de población sij (grupo minoritario etnorreligioso de la India con una importante diáspora en Reino Unido, Canadá y Estados Unidos).
Esta organización secesionista ha reclamado públicamente durante años que una parte o la totalidad del Punjab se separe de la India y se establezca como el Estado soberano de Jalistán. El Gobierno indio ha prohibido la entrada en la India a aquellos afines a estas organizaciones y movimientos separatistas.
Además de un caso de persecución política en toda regla, el Departamento de Justicia considera los ataques como un atentado contra la Primera Enmienda.
Yadav y Gupta, de India, han sido acusados de asesinato por encargo, conspiración para cometer asesinato por encargo y conspiración para cometer blanqueo de capitales. Estos delitos conllevan penas de entre 10 y 20 años de prisión cada uno.
Trama paralela en Canadá
En septiembre de ese año, el primer ministro Justin Trudeau adelantó que funcionarios indios habrían estado involucrados en la muerte del activista sij, que abogaba por la secesión de una nación independiente en el norte de India.
A consecuencia de estas acusaciones, ambos países han retirado un grupo de embajadores respectivamente de cada país. De acuerdo con las autoridades canadienses, su investigación apunta a que la India mantenía una trama de acoso y persecución a opositores en Canadá, de la misma forma que en Estados Unidos ordenó el asesinato de otro opositor.
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