En un fuerte discurso, Netanyahu acusa a la ONU de ser "un pantano de bilis antisemita"
El primer ministro hizo un recorrido por las decenas de ataques que han sufrido los israelíes desde el 7 de octubre, insistió en su derecho a existir y condenó a la Asamblea General por permitir durante décadas el antisemitismo.
El primer ministro de Israel dio un memorable discurso este viernes en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Benjamin Netanyahu dijo que este año no tenía la intención de asistir ya que su país está enfrentando una terrible guerra, pero que decidió hacerlo porque era necesario aclarar todas las mentiras que se han dicho sobre Israel. "Decidí hablar por mi gente, por mi país y por la verdad". Acusó a la ONU de ser “un pantano de bilis antisemita” y denunció que durante décadas han permitido el antisemitismo.
Netanyahu empezó su discurso recordando los actos horribles ocurridos el 7 de octubre. Resaltó el nivel de violencia y maldad con la que actúa Hamás, violando mujeres, quemando bebés vivos, quemando familias vivas. También pidió a los familiares de los secuestrados que se encontraban presentes en el auditorio que se levantaran, y volvió a hacer la promesa de que no descansará hasta traer de vuelta a los secuestrados por Hamás.
Posteriormente detalló el peligro que Irán significa para el mundo libre. Aseguró que el régimen iraní pone en peligro a cada país del medio oriente y a mucho países en el resto del mundo. Afirmó que los gobiernos del mundo que son sensatos no solo deberían apoyar a Israel en su lucha contra Irán, sino unirse en el objetivo de parar el programa de armas nucleares iraní. Instó también al Consejo de Seguridad a imponer todas las sanciones necesarias para frenar a Irán en su avance con armas nucleares. Netanyahu enfatizó en que las acciones de Israel han retrasado el programa de Irán quizá por décadas, pero que no lo han parado por completo, y que por la seguridad de todos los países del mundo es necesario frenarlo.
Netanyahu además señaló cómo los terroristas de Hamás roban la comida que las organizaciones de ayuda envían, con la colaboración de Israel, a los civiles. Denunció que la roban para ellos y para venderla a precios elevados a su propia gente. Asegurando que si Hamás se mantiene en poder, teniendo control de todo, incluso de la comida, se reorganizará y atacarán a Israel una y otra vez. "Por eso Hamás se tiene que ir".
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Insistió en que no tiene sentido y es ridículo incluir a Hamás en un proyecto de reconstrucción de Gaza. “Imagínense permitir que los nazis derrotados en 1945 reconstruyan Alemania. Es inconcebible. Es ridículo. No sucedió entonces. No va a suceder ahora”. Netanyahu afirmó que está listo para colaborar con líderes locales y de otras naciones para apoyar una Administración local civil en Gaza.
“Esta guerra puede terminar ahora. Todo lo que tiene que suceder es que Hamás se rinda, deje las armas y libere a todos los rehenes. Pero si no lo hacen, si no lo hacen, lucharemos hasta lograr la victoria total. Victoria total. No hay sustituto para eso”. Dijo el primer ministro.
También aseguró que hay que acabar con Hezbollah, y resaltó el problema que también significa esa organización terrorista para Estados Unidos y otros países. "Imagínense si terroristas convirtieran a El Paso y San Diego en ciudades fantasmas. ¿Cuánto tiempo toleraría eso el Gobierno estadounidense? (...) Sin embargo, Israel ha estado tolerando esta situación intolerable durante casi un año. Bueno, he venido aquí hoy para decir: ya es suficiente", dijo asegurando que Israel no tiene otra opción y tiene el derecho de combatir a Hezbollah para permitir que sus ciudadanos vuelvan a sus lugares y vivan en seguridad.
Más adelante, Netanyahu le preguntó a los presentes si sus Gobiernos se quieren poner del lado de la democracia o del lado del mal. Reconoció que para algunos la decisión no es fácil porque se han dicho cientos de mentiras sobre Israel. Aseguró que los han acusado de genocidio cuando en realidad se están defendiendo del genocidio que quiere ser cometido en su contra. Que se los ha acusado de dejar morir de hambre a los palestinos, cuando Israel ha ayudado a traer alrededor de 700 toneladas de comida en Gaza, "eso es más de 3.000 calorías al día para cada persona". Señaló que se los acusa de asesinar civiles, pero que Israel se esfuerza al máximo para evitar la muerte de cualquier civil, resaltando que hacen llamadas para avisar a civiles sobre sus operaciones y que puedan evacuar, que mandan mensajes a través de drones, y que mientras tanto Hamás usa a los civiles como escudos humanos.
Finalmente, aseguró que todos los discursos que tienen lugar en la ONU en contra de Israel no son sobre Gaza, sino en contra de Israel. Reclamó el derecho de Israel de ser tratado como cualquier otra nación en la ONU; habló de la consideración de una orden de captura en su contra y señaló el asunto de ser parte de antisemitismo de esa organización. Pero aseguró que Israel seguirá peleando sin importar los obstáculos. “Israel ganará esta batalla, porque no tenemos otra opción. Después de generaciones en las que nuestro pueblo fue masacrado, masacrado sin piedad, y nadie levantó un dedo en nuestra defensa, ahora tenemos un Estado, ahora tenemos un ejército valiente y vamos a defendernos".