Los votantes reciben con indiferencia el respaldo de Taylor Swift a Kamala Harris

Horas de fila y estadios llenos en la gira más taquillera de la historia, terremotos (literales) al ritmo de "Shake it off", nuevas audiencias que sintonizan la NFL solo para verla a ella ver a su novio... ¿tiene límite el 'efecto Swift'? La respuesta podría encontrarse en una reciente encuesta de ABC e Ipsos: preguntados por el respaldo de Taylor Swift a Kamala Harris, la mayoría de los votantes encogen los hombros.

Tan sólo un 6% de los encuestados dijo que se sentía más inclinado a votar por la candidata demócrata después de conocer el espaldarazo de la cantante. Por el contrario, un 13% afirmó que hacía menos probable que votase por Harris. Vale destacar que en el primer caso la encuesta no aclara a quién preferían antes de la publicación de apoyo de Swift (por lo que podrían ser votantes de Harris que simplemente reafirmaron su decisión), mientras que en el segundo señala que eran "en su mayoría partidarios de Trump" (es decir que no habría ni aumento ni resto de votos para ninguno de los dos). 

De todos modos, la respuesta abrumadoramente mayoritaria es indiferencia: un 81% aseguró que "no hace ninguna diferencia". 

Lo mismo ocurre en el grupo demográfico donde más se esperaba que Swift ayudase a los demócratas: las mujeres menores de 30. Sólo un 8% dijo que era más probable que apoyara a Harris, mientras que un 13% replicó que era menos y un 78% que no movería su voto.

Desde la campaña de la vicepresidente, sin embargo, señalan que el apoyo de la estrella llevó a que 400.000 personas visitaran en 24 horas la página web para registrarse como votantes mediante el enlace compartido por Swift en sus redes sociales, según recoge Forbes. Esto no significa, sin embargo, que se hayan registrado para votar ni que, si lo hicieron, vayan a votar a Harris.

Los votantes que sí se mueven

Si se trata de movilizar votantes, olvídese de Swift. La superestrella es Robert F. Kennedy. El excandidato independiente (y antes excandidato en las internas demócratas) fue quien más votos movilizó al abandonar la campaña, aunque dividió su caudal entre los candidatos de los principales partidos.

De los votantes de Trump que antes apoyaban a otro candidato (desde DeSantis y Haley hasta Joe Biden), un 21% vienen de lo que eran las filas de Kennedy. El abogado ambientalista pidió el voto para el republicano tras abandonar su propia carrera. Su llamado, sin embargo, no fue oído por todos sus partidarios: un 11% de los votantes de que Harris robó a otros candidatos se los quitó a Kennedy.

Notablemente, también hubo un transvase de la campaña demócrata a la de Trump y viceversa. El porcentaje, sin embargo, es parecido para ambos: cerca de un 16% de sus votos robados a otras candidaturas provienen del otro gran partido estadounidense.