Tras la renuncia de Biden, ¿qué sucederá ahora con la candidatura demócrata?

Con el presidente Joe Biden oficialmente fuera de la carrera, los demócratas están transitando aguas desconocidas a menos de cinco meses para que se realicen las próximas elecciones.

Por el momento, no hay un candidato oficial, aunque el camino lógico no es otro que el de la vicepresidente Kamala Harris, quien recibió el respaldo del propio Biden este domingo.

Sin embargo, la situación no está definida y todavía hay demócratas que pueden desafiar la candidatura de Harris. ¿Qué sucederá exactamente?

Una Convención Nacional Demócrata inusual

El apoyo de Biden a Harris le da una ventaja evidente en la lucha por la nominación. Ahora, eso no significa necesariamente que la vicepresidente será la candidata.

Si bien el presidente demócrata ganó las primarias sin pestañear, enfrentándose a una oposición nominal, Biden no es aún el candidato oficial demócrata y no puede tomar una decisión sobre quién será el nominado a pesar de ser el presidente y el candidato más votado en las urnas.

Esto se debe porque, por lo general, en las primarias los votantes eligen no a un candidato directamente, sino por un proceso donde se envían a los delegados estatales a la convención nacional del partido. Estos delegados, en última instancia, son los que eligen al nominado, como sucedió recientemente en la Convención Nacional Republicana, donde Donald Trump y su compañero de fórmula, JD Vance, aceptaron las nominaciones del GOP.

Ahora, la convención demócrata está fechada para el próximo mes, del 19 al 22 de agosto en Chicago. Pero, hay un problema, los demócratas están preocupados porque quieren presentar a su candidato oficial antes del 7 de agosto, la fecha límite para presentar al candidato de cada partido en Ohio. Los demócratas arguyen que, si no inscriben al nominado para esa fecha, podrían quedarse sin representación presidencial en la boleta electoral de Ohio o, en su defecto, enfrentar costosas batallas legales con los republicanos.

Sin embargo, más allá de esa discusión puntual, los demócratas quieren evitar cualquier eventualidad y celebrar una votación nominal “virtual” para nombrar a su candidato a principios de mes. El Comité Nacional Demócrata, de hecho, está listo para votar si continúan con dicho plan que fue anunciado en mayo, cuando Biden era el firme candidato del partido.

Pero ahora, con Biden afuera, los casi 3.800 delegados del presidente se han convertido en personas libres de decidir. Es decir, aunque estas personas estén comprometidas a votar por Biden, según las reglas del Comité Nacional Demócrata no tienen ninguna obligación de votar por un sucesor elegido por Biden.

Por esta razón, para que Kamala Harris asegure su candidatura, su equipo debe llamar y hablar con cada uno de los delegados estatales para asegurarlos, ya sea para una votación nominal virtual o una elección en una convención abierta en Chicago.

¿Qué se necesita para desafiar la candidatura de Kamala Harris?

Técnicamente, cualquier demócrata que reúna suficientes firmas para ser nominado puede desafiar la candidatura de Kamala Harris.

De acuerdo con la revista POLITICO, los candidatos necesitan las firmas de al menos 300 delegados, pero no más de 600, para presentar su candidatura. Los delegados sólo pueden firmar la petición de un candidato y, como requisito extra, un candidato no puede presentar más de 50 delegados de un mismo estado, un filtro que garantiza que todos los candidatos presentados obtengan el apoyo de una amplia franja del país y no de un estado particular.

Como hay unos 4.700 delegados, el máximo de posibles candidatos quedaría en 15, aproximadamente. Sin embargo, es poco probable que haya tantos candidatos ya que los demócratas, seguramente, buscarán evitar una elección desordenada.

Un punto importante es que, de esos 4.700 delegados, casi 4.000 son delegados otorgados de acuerdo con los resultados de las primarias presidenciales de principios de año. Biden ganó el 95 % de estos delegados, pero ya no están comprometidos.

Los otros 750 delegados “automáticos”, también conocidos “superdelegados”, son aquellos líderes del partido y antiguas personalidades, como expresidentes (Barack Obama, Bill Clinton y Jimmy Carter) y expresidentes del DNC, que ahora solo pueden votar en rondas posteriores si ningún candidato obtiene la mayoría en la primera votación. Podría ser el caso si un demócrata plantea una candidatura competitiva contra Harris.

Técnicamente, Harris puede enfrentar resistencia. ¿Pero hay voluntad política?

Por el momento, el Partido Demócrata parece estar absolutamente de acuerdo con tomar la opción “lógica” para reemplazar a Biden y ungir a Harris como su candidata. Pero hubo una voz disidente, o que al menos sugirió un camino distinto: el expresidente Barack Obama.

En un extenso comunicado, Obama elogió a Biden por dar un paso al costado, pero, a diferencia de los Clinton y otros destacados demócratas como Gavin Newsom, el expresidente no mencionó a Harris y, en cambio, dijo que los líderes del partido deben idear un proceso para elegir al candidato más fuerte.

Básicamente, Obama sugirió que apoya una convención abierta donde, entre otras cosas, podría haber un candidato demócrata que cuente con el respaldo de Obama.

“Navegaremos por aguas desconocidas en los próximos días. Pero tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido podrán crear un proceso del que surja un candidato destacado”, escribió Obama en una entrada en Medium.

Mientras tanto, algunos medios como CNN reportan que hay muchos demócratas a la expectativa sobre cómo se desempeña Harris en los próximos días y qué resultados arrojan las encuestas. Muchos políticos saben que están, quizás, ante una oportunidad única de llevarse una candidatura inesperada y competir por ocupar la Casa Blanca.

Hasta ahora, según el presentador Jake Tapper, uno de los que presuntamente está evaluando un desafío contra Harris es el senador independiente Joe Manchin, antiguo demócrata moderado que dejó el partido tras quejarse del giro hacia la izquierda de los demócratas.

No obstante, todavía es muy pronto para saber si surgirán desafíos o no conta Harris, quien ahora parece ser la demócrata mejor posicionada para llevarse la candidatura de su partido y enfrentar a Donald Trump en noviembre.