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Joe Lieberman con Voz Media: el mayor error de Biden fue la retirada de Afganistán

El exsenador por Connecticut y exnominado demócrata para vicepresidente reveló también cuál es la mayor amenaza para Estados Unidos y explicó los planes de No Labels para 2024.

Joe Lieberman

Diseño de Voz Media con imágenes de Wikimedia Commons

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Joe Lieberman nació el 24 febrero de 1942 en la ciudad de Stamford, Connecticut. Hijo de una familia judía, estudió en la Universidad de Yale, de donde salió con una licenciatura en economía y ciencias políticas, para luego estudiar derecho en esa misma institución. Tras una breve práctica legal, dio el salto a la arena política en 1970, cuando fue elegido para la Cámara Alta estatal.

Unos cuantos mandatos después, sumado a un mandato y medio como fiscal general, dio la sorpresa en las elecciones de medio término de 1988. Se las arregló para derrotar al titular republicano Lowell Weicker y llegar al Senado de los Estados Unidos, donde sirvió por 24 años.

Ya en Washington D.C., fue presidente de los comités de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales. Fue clave para la creación del Departamento de Seguridad Nacional, introdujo el Don't Ask, Don't Tell Repeal Act of 2010, trabajó para reducir la violencia en los videojuegos y consiguió quitar la opción pública del Affordable Care Act, mejor conocido como Obamacare.

Fue el nominado demócrata para vicepresidente en las elecciones presidenciales del 2000, acompañando la candidatura de Al Gore. La fórmula se quedó a 538 votos de llegar a la Casa Blanca (la diferencia con George W. Bush y Dick Cheney en Florida).

En cuanto a su gestión como legislador, fue considerado como uno de los demócratas más moderados y conservadores del Senado, a tal punto que terminó su mandato con otra etiqueta. Resulta que un retador más progresista lo venció en las primarias del 2006. Lejos de despedirse en silencio de su asiento, decidió postularse como independiente. Sin el apoyo de los fondos y la infraestructura del Partido Demócrata, se impuso en las generales por más del 50 % de los votos. Le dijo adiós a la vida pública en enero del 2013, al finalizar su cuarto mandato.

Ahora, once años después, lidera el grupo político conocido como No Labels, el cual busca impulsar a un candidato presidencial moderado por un tercer partido. Joe Manchin y Eric Daniels son algunos de los nombres que se rumorea podrían integrar su ticket presidencial.

En una entrevista con Voz Media, Lieberman habló de las intenciones del grupo, del Partido Demócrata moderno, analizó la gestión de Joe Biden y se animó a dar nombre y apellido de la amenaza más grande para los Estados Unidos en el Siglo XXI.

La entrevista completa

No Labels, una “póliza de seguro” para enfrentar el exceso de partidismo

Aunque en el sitio web del grupo aparezca como el “presidente fundador”, el exsenador aclara que la idea original fue de Nancy Jacobson, quien había trabajado con los demócratas mucho tiempo, pero se desencantó un poco en el 2010. Con la idea de aumentar la cultura bipartidista en Capitol Hill, se creó No Labels.

“Tenemos un grupo en la Cámara de Representantes y otro en el Senado, con el mismo número de miembros de ambos partidos, que trabajan juntos y que han estado en el origen de algunos de los grandes logros de los últimos cuatro o cinco años”, indicó Lieberman, para luego nombrar a la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo como su logro más destacado.

En cuanto al objetivo último de la organización, que cuenta con exgobernadores como Larry Hogan y Pat McCrory entre sus directivos, Lieberman aseguró que simplemente quieren que “el Gobierno vuelva a funcionar”.

El nombre No Labels se creó sobre la base de la principal problemática que quieren resolver, terminar con los excesos del “partidismo”.

“Se ha apoderado de todo. En otras palabras, las personas activas en los partidos republicano y demócrata parecen ser más leales a sus espacios políticos que al país, o incluso a sus propios electores, y eso no es lo que debería ser”, explicó Lieberman.

Para solucionar este problema, el grupo está recaudando dinero para impulsar una candidatura moderada y fuerte por un tercer partido, con la intención de “estar en la boleta electoral en los 50 estados”.

“Lo llamamos un ‘proyecto de póliza de seguro’, con eso quiere decir que no estamos seguros de que vayamos a usarlo, que es lo que siempre decimos cuando compramos un seguro para nuestra casa o coche, pero si tenemos que hacerlo lo haremos y esperemos que eso tenga el efecto de llevar a los dos principales partidos republicano-demócrata de vuelta más hacia el centro y a trabajar juntos”, sumó.

El Partido Demócrata moderno, entre el progresismo y el liberalismo clásico

Lieberman pasó 24 años en el Senado, 18 de ellos como demócrata y los últimos 6 como independiente. Incluso habló en la Convención Nacional Republicana del 2008, en defensa de la candidatura de su amigo John McCain.

Al analizar al Partido Demócrata moderno, particularmente las tensiones entre progresismo y liberalismo clásico, recordó que las luchas ideológicas internas no son algo exclusivo del siglo XXI. “De hecho, cuando llegué al Senado de EE. UU. en 1989, había un grupo llamado Consejo de Liderazgo Demócrata, en el que me involucré, que creía que el Partido Demócrata se había ido a la izquierda y querían llevarlo de vuelta al centro, y el presidente de ese grupo era Bill Clinton”.

Volviendo al presente, puntualizó que la actual administración de Joe Biden “ha sido muy influenciada por la izquierda del Partido Demócrata”. Observando la vereda de enfrente, marcó que Donald Trump llevó al Partido Republicano hacia una tendencia más “populista”, lejos del partido de la familia Bush.

A su vez, Lieberman remarcó que el verdadero peligro en los partidos modernos radica en que “hay una minoría de activistas que los está dominando”.

“Los republicanos tirando hacia la derecha, los demócratas tirando hacia la izquierda, deja fuera a la mayoría del pueblo estadounidense y por eso creo que hoy la mayoría de los estadounidenses están hartos de los dos partidos”, agregó.

El peligro de las facciones

En cuanto al origen del exceso de partidismo en los Estados Unidos, Lieberman recordó las palabras de George Washington, quien alertó en su tiempo sobre el peligro de las “facciones”.

“Le preocupaba que la gente en las facciones fuera más leal a su facción que al gobierno en general”, sumó.

Ejemplificó esta tendencia con las primarias de ambos partidos en cada ciclo electoral, donde, generalmente, los titulares no quieren correr riesgos y por eso se alinean más con el partido.

El excandidato a vicepresidente tampoco estaría muy contento con otro cara a cara entre Trump y Biden para el 2024. “Independientemente de quién sea elegido, no tengo mucha esperanza de que vaya a haber más partidismo, menos división y lo más importante de todo, más trabajo por parte de los funcionarios electos en Washington”, indicó.

Joe Biden “tiene gente a su alrededor que lo empuja hacia la izquierda”

Lieberman conoció a Joe Biden en 1974, cuando él era senador estatal y el ahora presidente había sido elegido como el senador más joven de la historia. Participaron en un acto de campaña y luego cenaron juntos en una pizzería de New Haven.

Luego fueron colegas en el Senado entre 1989 y 2009, por lo que construyeron una relación profesional y personal.

“Es simplemente un ser humano decente, le gusta la gente y es muy amable. Ahora, quiero decir, a lo largo de los años hemos trabajado mucho juntos y no he estado de acuerdo con todo lo que ha hecho como presidente”, dijo Lieberman, para luego agregar que Biden es una buena persona y un amigo.

En cuanto a su modo de trabajar en el Senado, Lieberman recordó que siempre intentó tener un tinte bipartidista, dado que tuvo que convivir con republicanos en poderosos comités, el Judicial y el de Relaciones Exteriores. “No renunció a sus principios, pero sabía que para conseguir algo tenía que llegar a un compromiso y ellos también tenían que llegar a un compromiso y así consiguió que se hicieran algunas cosas”, sumó.

Sin embargo, según él, los progresistas dentro del Partido Demócrata no le están permitiendo tender muchos puentes con el GOP.

“Pero ahora, como presidente, tiene gente a su alrededor que lo empuja hacia la izquierda y le dice: ‘Ten cuidado, no te fíes de los republicanos, ni siquiera negocies con ellos o, desde luego, no transijamos demasiado con ellos’”, analizó el exsenador.

¿Cuál es la solución? Simplemente confiar.

“Hubo un famoso estadista en la historia de Estados Unidos, Henry L. Simpson, que fue secretario de Guerra durante la Segunda Guerra Mundial bajo la presidencia de Roosevelt. Dijo, ‘en el plató después de la guerra, a veces la mejor manera de hacer que una persona o un país sean dignos de confianza es confiar en ellos’”, añadió.

Un acierto y un error de Biden como presidente

Lieberman comenzó por aquello que destaca de la gestión de su excolega, el Proyecto de Ley bipartidista sobre infraestructura. Con apoyo de algunos republicanos, pasó la Cámara de Representantes, el Senado y fue promulgada a mediados del 2021.

“Quiero decir, a veces viajas por el mundo para ver países que no son tan ricos como el nuestro o desarrollados y tienen mejores carreteras y puentes. Sabemos que eso no es bueno. Tampoco es bueno para nuestra economía, porque si construyes buenas infraestructuras, la gente invertirá en ellas. Así que yo diría que eso fue probablemente lo mejor que hizo”, explicó.

Acto seguido, aseguró que hay dos motivos que hacen que la retirada de Afganistán sea lo peor de la gestión hasta el momento: la retirada en sí y el mensaje que se le envió al mundo.

“Un grupo de estadounidenses fueron asesinados por terroristas y, por supuesto, los talibanes volvieron e impusieron las mismas políticas brutales sobre el pueblo afgano, incluyendo en particular a las mujeres. La otra consecuencia de la retirada de nuestras tropas de Afganistán por parte del presidente Biden y el regreso de los talibanes fue que muchos de nuestros enemigos de todo el mundo dijeron: ‘No se preocupen por Estados Unidos, no resistirán’, y nuestros aliados dijeron: ‘Quizá ya no podamos confiar en ellos [nosotros]’”, expresó Lieberman.

La mayor amenaza para Estados Unidos

“Desafortunadamente tenemos muchas”, respondió casi con un tono de resignación. A modo de listado, nombró a China, Rusia, Corea del Norte e Irán como los países que más peligro representan para el país.

Después de hacer alguna descripción sobre cada uno, eligió a Irán como la mayor amenaza de todas.

Realmente nos odian y tienen un trasfondo religioso. Ellos y los demás creen que somos vulnerables en parte porque estamos divididos políticamente aquí en casa. Tenemos que acabar con eso por el bien de nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestra libertad, porque si tus enemigos piensan que estás dividido y eres más débil, se aprovecharán de ti o de tus aliados”, resaltó.

¿Otro tratado nuclear con Irán?

Lieberman escribió en julio un artículo de opinión que afirmaba que un nuevo acuerdo nuclear con Irán sería algo así como “intentar negociar con una serpiente venenosa”.

En la entrevista con Voz Media, el exsenador dijo que el acuerdo tendría que ser muy bueno para que lo firme. Además, no le tiene mucha confianza al régimen de Alí Jamenei.

“Hay una tremenda oposición a este gobierno entre el pueblo iraní y me temo que no vamos a estar más seguros en esa región y en general mientras este gobierno esté en el poder. Por lo tanto, creo que debemos hacer todo lo que podamos para apoyar a los luchadores por la libertad en Irán”, finalizó Lieberman.

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