Cómo los gobernantes aceleran la islamización de Europa
Preocupados por el futuro que ven tomar forma en sus países, millones de europeos han recurrido a partidos políticos que responden a sus inquietudes.

Marcha islamista en Londres
Manchester, Inglaterra, 2 de octubre de 2025: en el acto de odio antisemita más violento que Gran Bretaña ha visto en años, un hombre musulmán embiste con un coche a un grupo de judíos en una acera frente a una sinagoga, sale del vehículo y comienza a apuñalar a otros judíos. La policía le dispara. Dos judíos mueren, uno a manos del asesino y otro por un disparo accidental de la policía.
La violencia antisemita se ha arraigado profundamente en el país. Ha aumentado considerablemente desde la masacre yihadista de Hamás del 7 de octubre de 2023 en Israel.
Durante más de 30 años, los sucesivos Gobiernos británicos han prometido luchar contra el antisemitismo, pero nunca lo han hecho. Ahora niegan la realidad. El antisemitismo en el Reino Unido es mayormente antisemitismo islámico, perpetrado por musulmanes radicalizados. Este último se ha vinculado estrechamente, en estos tiempos, al odio a Israel, ahora muy extendido y compartido por gran parte de la izquierda política. La noche de la masacre de Hamás del 7 de Octubre, miles de musulmanes celebraron en las principales ciudades del país.
En Londres, el mismo día después de que Hamás asesinara a 1.200 personas en Israel y tomara a 251 más como rehenes, musulmanes e izquierdistas se reunieron en manifestaciones antiisraelíes, que han continuado desde entonces.
Dos años después, el 7 de octubre de 2025, los manifestantes se congregaron en Londres, Glasgow y Edimburgo para celebrar el segundo aniversario de la masacre. Los manifestantes gritaron consignas como "Israel es un Estado terrorista" y "muerte a las FDI".
"Seguiremos luchando por la abolición del sionismo tanto en Palestina como en nuestras propias comunidades judías", dijo uno de los oradores.
Londres, París, Bruselas... se doblegan al Islam
La violencia islámica en Europa no se ha limitado sólo a los judíos. Algunos de los atentados islamistas más mortíferos de los últimos años parecían ir contra todos los infieles: los atentados yihadistas del 7 de julio de 2005 en el sistema de transporte colectivo de Londres; la matanza en la revista satírica Charlie Hebdo; la masacre yihadista en el Teatro Bataclan de París; el atentado con camión bomba en Niza el 14 de julio de 2016; los atentados terroristas en Madrid y Barcelona; las violaciones masivas de Nochevieja en Colonia (Alemania); los atentados del mercado navideño de Berlín en 2016 y Magdeburgo en 2024; un asesinato en la centro cultural Krudttønden en Copenhague, Dinamarca, así como innumerables asesinatos individuales: el padre Jacques Hamel, el soldado Lee Rigby, Ilan Halimi, así como Theo van Gogh, Sarah Halimi, Mireille Knoll, por nombrar solo algunas. En el Reino Unido, en 2017, al final de un concierto, un terrorista suicida musulmán británico de ascendencia libia atacó el Manchester Arena: 22 personas fueron asesinadas y 1.017 resultaron heridas.
Durante años, en los barrios musulmanes de Londres, París, Bruselas, Malmö y las principales ciudades británicas, predicadores islámicos radicalizados han estado difundiendo odio contra los judíos, Israel y la civilización occidental... y llamando, con impunidad, a la yihad armada. Cualquiera que cuestione este llamamiento es tachado de racista o islamófobo.
Británicos no-musulmanes que lamentan el terrorismo islámico están siendo encarcelados. En 2018, Paul Golding y Jayda Fransen, líderes del movimiento derechista Britain First, fueron condenados a prisión por haber distribuido panfletos que supuestamente mostraban "hostilidad hacia los musulmanes y la fe musulmana".
En noviembre de 2024, el exsoldado Daffron Williams publicó en Facebook una simple observación sobre el aumento de la violencia islámica en el país: "La guerra civil ya está aquí. Sólo faltan las balas, es el siguiente paso". También fue encarcelado.
En septiembre de 2025, Pete North, bloguero que había compartido un meme que decía "F*ck Hamas", fue detenido en su domicilio y acusado de "difundir el odio racial". Entre otras muchas detenciones de este tipo.
"'La gran sustitución' no es una teoría conspirativa. Es una realidad, rápidamente en marcha".
Aunque los musulmanes sólo representan el 6,5% de la población británica, los sucesivos Gobiernos han dado muestras de sometimiento gradual al islam, al igual que ocurrió también en Francia, Alemania y Holanda. Desde la elección del primer ministro británico, Keir Starmer, esta tendencia se ha intensificado. En marzo, mientras el antisemitismo estallaba en el país, Starmer asistió a una ceremonia de ruptura del ayuno del Ramadán en Westminster Hall, donde anunció que 2024 había sido el "peor año registrado" en "delitos de odio antimusulmanes".
Los sondeos han puesto al descubierto lo que piensan los musulmanes británicos. En marzo de 2024, una encuesta realizada por la Henry Jackson Society informaba de que el 32% de los musulmanes británicos está a favor de la implantación de la sharía en el Reino Unido; el 48% siente más simpatía por Hamás que por Israel; el 80% cree que Israel está cometiendo un genocidio; el 49% piensa que Israel no tiene derecho a existir; y el 46% piensa que los judíos en el Reino Unido -sólo el 0.5 % de la población- tienen demasiado poder.
Starmer reconoció el inexistente Estado de Palestina en septiembre, y afirmó que su decisión ayudó al presidente estadounidense Donald Trump a lograr un acuerdo de paz en Gaza. El secretario de Estado Marco Rubio respondió que Starmer había cedido a la presión creada por "extranjeros" políticamente activos y que su decisión había sido en realidad un "impedimento para la paz" en Oriente Próximo.
La situación en el Reino Unido es preocupante: lo que afecta al Reino Unido afecta a toda Europa occidental. Aunque la situación en Francia pueda parecer un poco mejor, probablemente sea peor.
Francia sigue el camino de rendición del Reino Unido
Un rabino y tres niños judíos fueron asesinados por un musulmán radicalizado en Toulouse, Francia, el 19 de marzo de 2012. Cuatro judíos fueron asesinados en un supermercado kosher el 9 de enero de 2015. En comparación con el resto de Europa, es en Francia donde mayor número de judíos han sido asesinados individualmente por musulmanes radicalizados y donde se han producido los atentados islámicos más mortíferos.
La masacre del Bataclan del 13 de noviembre de 2015 dejó 130 muertos y 413 heridos. El atentado del 14 de julio de 2016 en Niza, cuando un camión embistió a personas que celebraban el Día de la Bastilla, dejó 86 muertos y 458 heridos. En 2020, el maestro de escuela Samuel Paty fue decapitado, y en 2016, un sacerdote, el padre Jacques Hamel, fue decapitado mientras celebraba misa.
Después de cada atentado yihadista contra judíos, los cargos gubernamentales dicen que combatirán el antisemitismo. Nunca lo han hecho. Sólo un político francés, el exdiputado Meyer Habib, en 2020, se atrevió a denunciar explícitamente el antisemitismo islámico. Un texto firmado por 300 personalidades francesas repudiaba este "nuevo antisemitismo": "En nuestra historia reciente, once judíos acaban de ser asesinados -y algunos torturados- por ser judíos por islamistas radicales". La declaración cayó rápidamente en el olvido. Cuando se organizó una marcha contra el antisemitismo el 13 de noviembre de 2023, aproximadamente un mes después de la masacre del 7 de Octubre, el presidente Emmanuel Macron decidió no asistir.
En muchas mezquitas de toda Francia, los imanes predican el odio. A veces, rara vez, alguno es expulsado. Los comentaristas que critican el islam son condenados por los tribunales a fuertes multas. La líder del Partido de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, preferida para las próximas elecciones presidenciales, fue condenada a prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos por presunta malversación. El experiodista Éric Zemmour, por ejemplo, tuvo que pagar miles de euros. El escritor Renaud Camus, también multado, se encuentra ahora con que ninguna editorial publicará ya sus libros. Cientos de figuras menos conocidas también han sido condenadas a multas y censura.
Las manifestaciones contra Israel en París han sido tan abundantes como en Londres. Manifestantes musulmanes y de izquierda gritan consignas hostiles a Israel, entre ellas "muerte a los judíos". Los sondeos realizados entre los musulmanes franceses arrojaron resultados tan inquietantes como los realizados entre los del Reino Unido: en 2020, una encuesta mostró que el 38% de los musulmanes franceses piensa que la sharía es más importante que las leyes de la República. Un sondeo realizado en diciembre de 2023 mostró que el 45% de los musulmanes franceses piensan que la masacre del 7 de Octubre fue un "acto de resistencia".
Condiciones similares pueden observarse en Bélgica, Países Bajos, Alemania y Suecia.
Mientras que el Partido Laborista del Reino Unido expulsó a su antiguo líder Jeremy Corbyn en 2024 por acusaciones de antisemitismo, un partido político francés, La France Insoumise (Francia Insumisa), incluye a varios diputados que hicieron comentarios antisemitas. Una de sus diputadas, Rima Hassan, apoya abiertamente a Hamás.
Francia tiene más población musulmana que Reino Unido: 10% del total entre 2019-2020. El número de musulmanes en ambos países sigue creciendo. Francia también tiene más población judía que el Reino Unido: 438.500. Es decir, el 0,88% de la población francesa frente al 0,5% de Inglaterra y Gales. Los judíos franceses, sin embargo, están huyendo del país, por lo que su número está disminuyendo, al igual que el número total de judíos en Europa occidental.
Cuando Macron, en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2025, anunció formalmente el reconocimiento por parte de Francia de un inexistente Estado de Palestina, fue rápidamente seguido por Reino Unido, Canadá, Australia, Portugal y Bélgica. Rubio calificó la decisión de Macron de una "bofetada a las víctimas del 7 de Octubre" que servía a la propaganda de Hamás. Macron, que ni siquiera había supeditado su "reconocimiento" a que Hamás liberara a los rehenes israelíes, evitó reaccionar.
El embajador de Estados Unidos en Francia, Charles Kushner, escribió en una carta abierta a Macron: "Las declaraciones públicas arengando a Israel y los gestos hacia el reconocimiento de un Estado palestino envalentonan a los extremistas, alimentan la violencia y ponen en peligro la vida judía en Francia".
Macron calificó las palabras de Kushner de "inaceptables".
Auge de nuevos partidos, el esfuerzo por frenarlos
Millones en Europa occidental parecen preocupados por el futuro que ven tomar forma en sus países y han estado acudiendo a partidos políticos que responden a sus preocupaciones. Desde que estos partidos han ido ganando fuerza, los mandatarios actuales están haciendo todo lo que pueden -como impedir que sus líderes se presenten a las elecciones, o formen una coalición, o tachar sus políticas de "fascismo" y "nazismo"- en un aparente esfuerzo por enterrar estas preocupaciones. Estos son prácticamente los únicos partidos que apoyan a Israel y denuncian el creciente antisemitismo, llamándolo realmente por su nombre.
El partido Reform UK de Nigel Farage lidera las encuestas, pero las próximas elecciones no tendrán lugar hasta 2029. Durante los próximos cuatro años, el gobernante Partido Laborista puede continuar transformando radicalmente el país.
En Francia, las próximas elecciones presidenciales están previstas para 2027. Le Pen, como se ha mencionado, lideraba las encuestas, pero fue declarada inelegible para presentarse en 2027 por un tribunal francés. Jordan Bardella, actual presidente del partido de Le Pen, tiene buenas posibilidades de ganar, pero en julio de 2025, por orden de los jueces que imputaron a Le Pen, se incautaron de la sede del partido masas de documentos. Muchos jueces en Francia practican la justicia política. Recientemente, el ex presidente Nicolas Sarkozy ha empezado a cumplir una condena de cinco años dictada por jueces de izquierda, a pesar de no haber pruebas de culpabilidad y antes de que se haya escuchado su apelación. Ahora se encuentra entre rejas. Bardella ya es objeto de una denuncia, supuestamente por una cuenta seudónima en Internet que era racista. Bardella ha declarado: "Siento decepcionarles, pero sólo tengo una cuenta de Twitter. No voy a defender comentarios que no he hecho".
En 2024, en las últimas elecciones legislativas francesas, Macron, quien las convocó, estableció un bloqueo para contener al partido Agrupación Nacional, dejando a los votantes conservadores con la posibilidad de elegir sólo entre partidos de izquierda, lo que provocó un parlamento en blanco y la imposibilidad de formar un Gobierno estable.
En Bélgica, el partido Interés Flamenco está ganando terreno, pero sólo está presente en las regiones flamencas del país y se enfrenta igualmente a un bloqueo. La Nueva Alianza Flamenca, de centro-derecha, está en el poder en el país desde febrero de 2025. Rechaza incluir a Interés Flamenco en cualquier coalición, apoya la migración controlada, no tiene una postura clara sobre el islam aparte de oponerse al velo hiyab en público y se unió al Gobierno en reconocer un "Estado de Palestina" e imponer sanciones a Israel.
En Países Bajos, el Partido por la Libertad de Geert Wilders ganó el mayor número de escaños en las elecciones de noviembre de 2023, pero Wilders no pudo convertirse en primer ministro por una coalición de otros partidos que formaron una barrera. Retiró recientemente su apoyo al Gobierno, y las elecciones celebradas la semana pasada dieron como resultado que su partido obtuvo la segunda mayor proporción de votos.
Alternativa para Alemania (AfD), el segundo partido de ese país, también está siendo alejado del poder por otros partidos. La agencia de inteligencia nacional alemana declaró -con aparente inocencia de toda ironía- que la existencia de AfD era "incompatible con el orden democrático libre". La AfD podría ser prohibida por completo.
La posibilidad de que estos partidos triunfen sobre esas maniobras antidemocráticas parece remota. Los políticos en el poder que están llevando a cabo estas maniobras no muestran ninguna intención de responder a las crecientes preocupaciones de gran parte de su público.
Lo que está ocurriendo en Europa occidental probablemente empeore.
El preludio de la islamización de Europa
"El gran reemplazo" -la eventualidad de que una Europa básicamente cristiana sea lentamente sustituida por otra musulmana- no es una teoría conspirativa. Es una realidad, rápidamente en marcha. La tasa de natalidad de las poblaciones musulmanas sigue siendo más alta en Europa occidental que la de las poblaciones no musulmanas, cuyas tasas de natalidad han ido colapsando y ahora están muy por debajo del nivel de reemplazo. Los nacimientos musulmanes se suman a las cifras de los que han inmigrado del mundo musulmán. La proporción de musulmanes en los países de Europa occidental sigue aumentando exponencialmente. Los datos muestran además que las poblaciones musulmanas se integran cada vez menos, y que la influencia del islam radical también ha ido aumentando exponencialmente.
Si no se producen cambios profundos, la Europa occidental de mañana será irreconocible.
"Si no detenemos la islamización ahora", dijo Geert Wilders en 2007, "Eurabia y Holandabia serán cuestión de tiempo".
Dieciocho años después, la islamificación de Europa parece no haber hecho más que empezar.