¿Por qué los demócratas se niegan a abrir el Gobierno?
A pesar de que los republicanos han presentado una resolución provisional sin condiciones, los demócratas insisten en propuestas inaceptables, manteniendo el Gobierno cerrado y perjudicando a millones de americanos.

Senador Chuck Schumer/ Mandel Ngan
Hace unos meses, en marzo, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, decidió unirse a los republicanos votando una resolución continua limpia, igual a la que hoy está sobre la mesa, y evitando el cierre del Gobierno. ¿Por qué ahora Schumer ha cambiado de opinión? La triste respuesta es que el líder de los demócratas está presionado por el ala más extrema de su partido y ha tomado una decisión personal.
Cuando Schumer decidió votar con los republicanos a principio de año, dijo que aunque no apoyaba las medidas del presidente Donald Trump, sabía que un cierre del Gobierno solo perjudicaría a los americanos. “Permitir que Donald Trump tome aún más poder mediante un cierre gubernamental es una opción mucho peor", dijo el demócrata para explicar su voto frente a los más radicales de su partido. Sin embargo, no se lo perdonaron. Alexandria Ocasio-Cortez atacó fuertemente a Schumer y lo acusó de no enfrentar a los republicanos.
Los demócratas aseguran que todo esto se trata de pelear por la salud de los americanos. Exigen la extensión indefinida de subsidios masivos bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) y revertir recortes modestos a Medicaid, ignorando el gasto descontrolado del programa y su ineficiencia crónica. En esencia, están condicionando la reapertura del gobierno a la expansión permanente de políticas costosas que no resuelven los problemas estructurales del sistema de salud.
Los republicanos insisten en que los subsidios de Medicaid deben dirigirse exclusivamente a quienes realmente los necesitan, y no a jóvenes en edad productiva que simplemente eligen no trabajar. Además, el Partido Republicano reconoce que el país enfrenta una crisis de salud, y ha reiterado su compromiso de abordarla, pero de forma responsable. Presionar por concesiones ideológicas, como las que exigen los demócratas en medio de este cierre, no es la vía adecuada.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha enfatizado repetidamente que las discusiones clave del presupuesto deben darse dentro del marco regular de los proyectos de apropiaciones. Mientras tanto, sostiene, lo urgente es reabrir el Gobierno para luego hacer las discusiones de fondo de la manera adecuada.
"El solo hecho de ver a los demócratas del Senado siquiera considerar ceder ante Elon Musk me parece una bofetada enorme, y creo que hay un amplio sentimiento de traición", dijo Alexandria Ocasio Cortez en marzo, criticando a Schumer. En los últimos meses se han publicado varios reportes en los que se asegura que la representante estaría planeando retar a Schumer en el 2028 y quedarse con el liderazgo en el Senado.
Schumer lleva más de 20 años sirviendo como senador, sabe perfectamente cómo funcionan los procesos y que el partido que ha ganado las elecciones debe tener la capacidad de sacar adelante la agenda por la que los americanos lo escogieron. Lo que está haciendo en este momento es sobornar utilizando el cierre del Gobierno para conseguir concesiones. Tal como lo hizo en marzo, lo correcto sería votar por la resolución continua limpia, abrir el Gobierno, y si tiene reparos respecto a la salud, negociarlos de la manera correcta a través de los proyectos de apropiación.
Schumer ha cedido ante las presiones y retos de los radicales de su partido, sin embargo, su chantaje no funcionará. Los republicanos ya han dejado claro que no van a aceptar peticiones descabelladas y que el camino es reabrir el Gobierno y luego hacer el proceso correcto. Aunque Schumer parece que planea mantener el cierre del Gobierno por semanas, es posible que algunos senadores demócratas moderados, con más compromiso que su líder, en unos cuantos días voten con los republicanos al sentir la presión de sus votantes que se ven afectados por el cierre de Schumer.
Falta poco para las elecciones de medio término y los demócratas verán ahí el resultado de su estrategia.