Inteligencia desclasificada vincula a Soros con el plan de Clinton para que el FBI 'echara más leña al fuego' del Russiagate

La llamada inteligencia del Plan Clinton, recientemente desclasificada, incluía comunicaciones de un aliado de George Soros que sugerían que la campaña de Hillary Clinton en 2016 contra Donald Trump estaba tramando un "asunto a largo plazo para demonizar" a Trump vinculándolo con el líder ruso Vladimir Putin, y que la campaña de Clinton esperaba que "el FBI echara más leña al fuego".

Las revelaciones, que incluyen supuestas comunicaciones interceptadas de Leonard Benardo, un alto cargo de la Open Society Foundations de Soros, y comunicaciones de la asesora de política exterior de Clinton, Julianne Smith, aportan nuevos datos sobre la información recibida por la Comunidad de Inteligencia (CI) en julio de 2016, justo antes de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lanzara su politizada investigación Crossfire Hurricane.

Las pruebas que apuntarían a un complot para vincular falsamente a Trump con Vladimir Putin en un esfuerzo por distraer del escándalo de los correos electrónicos clasificados de Clinton se encuentran dentro de un apéndice del informe del abogado especial John Durham de 2023, antes clasificado pero ahora mayormente accesible al público, sobre los orígenes y la conducción de la investigación del Russiagate.

Nuevas pruebas

Los reportes recibidos por la CI, incluido el FBI, incluían información y análisis de supuestos correos electrónicos de Benardo en los que se detallaba un supuesto complot de Smith y otros, con la aprobación de la propia Clinton.

"Durante la primera etapa de la campaña, debido a la falta de pruebas directas, se decidió difundir la información necesaria a través de las estructuras técnicas... afiliadas al FBI... en particular, las empresas Crowdstrike y ThreatConnect, desde donde la información se difundiría luego a través de las principales publicaciones estadounidenses", decía el anexo antes clasificado. "El análisis de los medios sobre el hackeo del DNC parece sólido.... [la asesora de campaña] Julie dice que será un asunto a largo plazo para demonizar a Putin y a Trump. Ahora sirve para un rebote post-convención. Más tarde el FBI echará más leña al fuego".

Los supuestos correos electrónicos añadían: "HRC [Hillary Rodham Clinton] aprobó la idea [de la asesora de campaña Julie] sobre Trump y los hackers rusos obstaculizando las elecciones estadounidenses. Eso debería distraer a la gente de sus propios correos desaparecidos".

"La cuestión es convertir la jugada rusa en un asunto interno de Estados Unidos... A falta de pruebas directas, Crowdstrike y ThreatConnect abastecerán a los medios de comunicación, y es de esperar que GRU [la principal directiva de inteligencia rusa] continúe para dar más datos", decían los supuestos correos de Benardo.

Durham sostuvo entonces que había pruebas para creer que la inteligencia del Plan Clinton era auténtica y que la campaña de Clinton sí llevó a cabo tal truco sucio.

"La revisión de la oficina de ciertas comunicaciones que involucran a Smith proporcionaron un posible apoyo adicional (...) a la noción de que la campaña de Clinton estaba involucrada en un esfuerzo o plan a finales de julio de 2016 para fomentar el escrutinio de los supuestos vínculos de Trump con Rusia, y que la campaña [de Clinton] podría haber querido o esperado que el FBI u otras agencias ayudaran a ese esfuerzo ('echar más leña al fuego') iniciando una investigación formal del hackeo del DNC", señaló el anexo desclasificado.

En el anexo, Durham también evaluó como "una deducción lógica [FRAGMENTO CENSURADO] que [Julianne] Smith estaba, como mínimo, desempeñando un papel en los esfuerzos de la campaña de Clinton para vincular a Trump con Rusia" y que las comunicaciones revisadas por el abogado especial "ciertamente prestan al menos cierta credibilidad a la idea de que existió tal plan".

Benardo es el vicepresidente senior de la Open Society Foundations, fundada por el multimillonario de izquierdas George Soros y actualmente presidida por su hijo Alex Soros.

Smith fue la jefa del equipo europeo de la campaña de Clinton y trabajó como asesora de política exterior de la fallida candidatura de 2016. Antes había sido asesora de seguridad nacional y asesora adjunta de seguridad nacional del vicepresidente Joe Biden durante la Administración Obama, y luego fue embajadora de Estados Unidos ante la OTAN durante los cuatro años de la presidencia de Biden.

Chuck Grassley: "Uno de los mayores encubrimientos de la historia estadounidense"

El presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley, quien hizo público el anexo anteriormente clasificado, dijo el jueves que "basándose en el anexo Durham, el FBI de Obama no revisó ni investigó adecuadamente los informes de inteligencia que mostraban que la campaña de Clinton podría haber estado urdiendo la falsa narrativa Trump-Rusia para el beneficio político de Clinton, lo que finalmente se hizo a través del dossier Steele y otros medios".

"Estos informes de inteligencia y registros relacionados, sean verdaderos o falsos, fueron enterrados durante años", dijo el republicano de Iowa. "La historia demostrará que las agencias de seguridad y de inteligencia de la Administración Obama-Biden fueron instrumentalizadas contra Trump. Esta instrumentalización política ha causado un daño crítico a nuestras instituciones y es uno de los mayores encubrimientos y escándalos políticos de la historia estadounidense. La nueva Administración Trump tiene la tremenda responsabilidad ante el pueblo estadounidense de arreglar el daño causado y hacerlo con la máxima rapidez y transparencia".

Inteligencia desdeñada, 'mafia rusa', servicios especiales...

El anexo desclasificado de Durham dice que el "FBI estaba plenamente alertado de la posibilidad de que al menos parte de la información que estaba recibiendo sobre la campaña de Trump pudiera tener su origen en la campaña de Clinton o sus partidarios, o, alternativamente, que fuera producto de la desinformación rusa". Pero el anexo afirma que "a pesar de esta conciencia" -de que podría tratarse de un engaño ruso o demócrata- "el FBI parece haber descartado la [información de inteligencia] como no creíble sin haber tomado realmente ningún paso para corroborar o refutar las alegaciones".

El apéndice añade que recién en 2017 la "CIA preparó una evaluación por escrito de la autenticidad y veracidad de la inteligencia arriba referenciada", es decir después de la victoria de Trump en noviembre de 2016. "La CIA declaró que no concluyó que los memorandos [FRAGMENTO CENSURADO] mencionados o las [FRAGMENTO CENSURADO] comunicaciones estadounidenses hackeadas fueran producto de fabricaciones rusas".

El anexo de Durham también reveló que, además de la inteligencia del Plan Clinton de julio de 2016, la Administración Obama recibió información de una fuente contenida en dos memorandos. El memorando de enero de 2016 detallaba la supuesta intención del entonces presidente Obama de hundir la investigación del FBI sobre el ilícito servidor de correo electrónico privado de Clinton.

Mientras que el memorando de marzo de 2016 alegaba que "[la oposición del Partido Demócrata] se centra en desacreditar a Trump.... [e]ntre otras cosas, el personal de Clinton, con el apoyo de los servicios especiales, está preparando revelaciones escandalosas sobre las relaciones comerciales entre Trump y la mafia rusa".

Durham dijo que los analistas del FBI creían que, en ese momento, los "servicios especiales" en el memorando de marzo de 2016 podían referirse "al FBI y a la CIA o, más ampliamente, a las comunidades de inteligencia y de aplicación de la ley" dentro de Estados Unidos. Pero otros analistas especularon que podía referirse al "autor del dossier de Trump, Christopher Steele".

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