Manifestantes demócratas piden a Kamala que sea incluso más extrema
Aunque la vicepresidente incluso está hablando de control de precios, los radicales del Partido Demócrata están presionando a la campaña para que se mueva incluso más hacia una izquierda irracional y peligrosa.
Empezó la Convención Nacional Demócrata y Chicago ya está llena de manifestantes. Votantes demócratas que exigen a Kamala Harris que un eventual Gobierno suyo sea incluso más izquierdista de lo que hasta ahora su campaña ha asomado. El asunto con toda razón causa pánico en muchos americanos, y es que la vicepresidente incluso se ha atrevido a hablar de control de precios, lo cual confirma que la dupla Harris-Walz es la más progresista de la historia de este país, pero para los demócratas extremos esto no es suficiente.
Desde el domingo se han escuchado gritos de manifestantes en las calles de Chicago incluso llamando "asesina" a Kamala en relación a la guerra en Israel. Los organizadores de las protestas han dicho que la principal prioridad es la demanda de cese al fuego en Gaza y que Estados Unidos deje de colaborar con Israel. Lo cual no debe ser confundido con un movimiento anti guerra. Lo que estamos viendo dentro del Partido Demócrata es el crecimiento exponencial del antisemitismo, y es un deber moral de los líderes, particularmente de Kamala, frenar esas ideas.
Lastimosamente es muy poco probable que veamos a Kamala frenando a los movimientos antisemitas de su Partido. La candidata sabe que necesita a esa base extrema y que son precisamente esas facciones radicales las que la han apoyado durante toda su historia en la política.
Esto tiene consecuencias desastrosas tanto para el Partido como para el país. El apoyo a Israel es un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos, tiene implicaciones gravísimas a nivel internacional y, además, por supuesto que afecta a la comunidad judía en este país, que durante los últimos meses ha visto su seguridad amenazada por cuenta de la debilidad de un Gobierno que no ha sido capaz de aplicar el peso de la ley a quienes están poniendo en riesgo a americanos solo por el hecho de ser judíos.
Harris le tiene tanto respeto, o miedo, aún no sabemos, al movimiento pro palestinos que aunque el Gobernador de Pensilvania Josh Shapiro era su mejor carta para ganar las elecciones, decidió elegir a alguien que no fuera judío.
De otro lado, los movimientos LGBTI y pro aborto también tienen una amplia presencia en la Convención Demócrata, pidiendo entre otras cosas que el dinero que se destina para ayudar a Israel sea ocupado en lo que ellos llaman "salud reproductiva", que no es más que el asesinato de bebés. Al mismo tiempo promueven una agenda de "cambio de género" absolutamente radical, que defiende procedimientos irreversibles incluso para menores de edad.
También han hecho presencia en Chicago grupos "anticapitalismo". Exigiendo que Kamala se aparte de los principios económicos que hicieron grande a este país y que adopte medidas socialistas que incluyen salud gratuita para todo el mundo, incluyendo no ciudadanos; subsidios en escala masiva; y una extrema agenda verde que traería consecuencias lamentables en materia de inflación y desempleo.
Kamala es extrema. Fue calificada en 2019 por GovTrack como la senadora más extrema, su historial en política muestra claramente sus ideas izquierdistas, pero la situación se hace aún más peligrosa cuando grupos cada vez más extremos parecen estarse tomando el Partido Demócrata y exigiendo posturas que, incluso para los demócratas, hubieran sido inaceptables unos años atrás. Los miembros sensatos del Partido deberían alzar la voz y salvarlo antes de que sea demasiado tarde. Un eventual Gobierno de Kamala podría significar la destrucción del Partido Demócrata que hemos conocido hasta ahora.