El milagro chileno: cómo los "Chicago boys" salvaron a Chile de la miseria socialista
Los "Chicago boys" tomaron el mando de la economía durante buena parte del periodo de Pinochet, y llevaron a cabo uno de los mayores "milagros" que en materia económica se haya visto en Latinoamérica.
El 11 de septiembre de 1973, tras casi tres años del gobierno socialista de Salvador Allende, el general Augusto Pinochet toma el poder en Chile mediante un golpe de Estado. Ese hecho traería diferentes consecuencias, algunas lamentables, pero otras dignas de estudio y de ser citadas como ejemplo. Esta es la historia de los "Chicago boys", un grupo de economistas chilenos que después de haber estudiado en la Universidad de Chicago, lograron tomar el mando de la economía durante buena parte del periodo de Pinochet, y llevaron a cabo uno de los mayores "milagros" que en materia económica se haya visto en Latinoamérica.
Allende y el desastre económico del que nadie habla
Para empezar esta historia hay que recordar la tragedia que desembocó en el famoso golpe de Estado del 73. Muy poco le gusta hablar a la izquierda sobre la lamentable situación económica -aunque también de libertades y derechos- que se vivía en la Chile socialista de Allende. Pero la realidad es que el país que quedó a cargo de Pinochet, tenía una insoportable inflación de 600 %, la escasez era abundante y la crisis que inició a principios de los setenta, cuando Allende toma el poder, afectaba a toda la población; el Gobierno expropiaba a ricos y pobres por igual.
La gente tenía hambre. No había productos básicos, las filas eternas para conseguir casi cualquier cosa eran asunto de cada día. Las “marchas de las ollas vacías” se volvieron emblemáticas; mujeres que salían con sus niños a protestar porque no tenían cómo darles de comer. También se hizo común que las mujeres fueran a los regimientos a tirar maíz a los militares acusándolos de "gallinas" cobardes por no sacar a Allende del poder.
La situación económica, y de violación de libertades y derechos, llegó a tal punto que el 22 agosto de 1973 la Cámara de Diputados de Chile declaró inconstitucional el gobierno de Allende. En la resolución se denunció un “grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República” y se pidió a las Fuerzas Armadas y de Carabineros “poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constitución y las leyes”. Después de esa declaración, el 11 de septiembre del mismo año, Pinochet saca del poder a Allende.
El milagro económico
Aunque las políticas económicas puestas en marcha al inicio del periodo de Pinochet fueron estatistas, aproximadamente un año después del golpe de Estado, la economía fue entregada a los "Chicago boys", quienes en tiempo récord llevaron a cabo fuertes políticas de liberalización económica, consiguiendo que para 1975 los resultados fueran sorprendentes.
Una de las primeras políticas puestas en marcha fue la liberación de precios. Allende, como la mayoría de socialistas, había establecido precios máximos que desembocaron en una dramática escasez. La liberación total de precios llevada a cabo por Sergio de Castro, quien asumió el cargo de ministro de Hacienda y Economía, generó de nuevo incentivos para producir, y los chilenos volvieron a disfrutar de bienes y servicios como cualquier país en libertad.
El "milagro chileno" también se debe a la unilateral e irrestricta apertura de los mercados. Chile, liderada por estos economistas de la escuela de Chicago, decidió bajar unilateralmente sus aranceles y permitir la entrada de productos extranjeros con enorme facilidad. Contrario a lo que creen los proteccionistas, la industria chilena no desapareció, sino que en ese contexto de libertad económica, aprendieron a competir y a reubicarse en los sectores en los que de verdad eran buenos. Mientras tanto, la población disfrutaba del beneficio de productos extranjeros a bajo precio.
Otro de los grandes pilares del "milagro chileno" que sacó al país de la miseria para posicionarlo como el más próspero de la región, fue la reforma laboral y pensional llevada a cabo por José Piñera, el ministro de Trabajo. Se flexibilizó radicalmente el mercado laboral, este asunto es particularmente importante sobre todo cuando se realiza una apertura al mercado internacional de la talla de la llevada a cabo en Chile. Gracias a esa reforma la movilidad entre empleos se hizo bastante fácil y la economía se pudo acomodar rápidamente a las nuevas dinámicas. Por supuesto, también su nuevo sistema pensional privado es una de las bases del nuevo Chile que pasó de la miseria a ser un país líder.
Piñera además desarticuló grandes redes de burocracia, en general, durante ese periodo liderado por los "Chicago boys", la privatización y el recorte del número de empleados estatales fue clave. Solo en la primera etapa el gasto público se redujo en un 20%, se despidió al 30% de los empleados estatales, se liquidó el sistema de ahorro y préstamos de vivienda. Todo esto acompañado de la privatización de la energía, el transporte aéreo, empresas mineras, el sector de las telecomunicaciones y diferentes compañías de servicios.
Chile ha mantenido más o menos intactas estas bases económicas sembradas por los "Chicago boys", incluso gobiernos socialistas como el de Michelle Bachelet no desarticularon los fundamentos. Eso hizo que el país durante décadas fuera el más próspero de la región, ocupando los primeros puestos no solo en materia de cifras económicas sino también en cuestiones como salud o libertad. Chile, en general, ha competido con países de Europa en estándares de vida, todo eso debido a sus profundas raíces liberales que establecieron estos economistas liberales.
Lastimosamente, los últimos años la izquierda radical logró, entre otras cosas, tirar la constitución a la basura. Veremos cuál será el futuro de Chile con esta nueva deriva, pero hechos históricos y tan trascendentes como el llamado "milagro chileno", deberían ser recordados una y otra vez para que la sociedad no olvide cuáles son las medidas que llevan a la prosperidad y cuáles a la miseria.