Israel cree que el programa nuclear iraní sufrió un retraso de años
Irán mira a Rusia y China en busca de ayuda mientras la inteligencia israelí monitorea de cerca los esfuerzos de Teherán.

Instalación nuclear de Fordow, Irán
La exitosa campaña militar de Israel contra Irán ha asestado un golpe devastador a todos los aspectos del programa nuclear de Teherán, retrasándolo varios años, según una evaluación de la inteligencia militar israelí.
Los ataques, de carácter integral, no solo se dirigieron contra instalaciones nucleares, sino contra todo el “rompecabezas” del programa, incluyendo a sus principales científicos, archivos de investigación, producción de centrífugas e instalaciones de enriquecimiento.
Ahora, la comunidad de inteligencia israelí sigue de cerca los intentos de Teherán de recurrir a Rusia y China para obtener ayuda en la reconstrucción del programa nuclear, aunque todavía no está claro si Irán tomará medidas en el corto plazo que puedan provocar una nueva acción israelí.
Durante un seminario web realizado el 30 de junio por el Instituto Judío para la Seguridad Nacional de América, con sede en Washington D.C., el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el general de brigada Effie Defrin, detalló la naturaleza sistémica de los ataques israelíes. Explicó que la operación fue diseñada para desmantelar cada componente del programa nuclear, a fin de garantizar un retroceso a largo plazo.
“Es un panorama completo. Hay que verlo de forma holística”, dijo Defrin. “El conocimiento científico. Matamos a sus científicos. A la élite de sus científicos, la mayoría de más de 60 años. No tienen sustitutos. No hay nadie que los reemplace. Les tomará años volver a desarrollar esa capacidad”.

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Describiendo la red iraní como “un programa nuclear vasto”, Defrin indicó que Israel destruyó instalaciones iraníes en “varios lugares distintos”, entre ellos el sitio nuclear de Isfahan, donde se producían centrífugas, la instalación de enriquecimiento de uranio en Natanz y la planta de Arak, donde se producía plutonio.
Con base en una evaluación exhaustiva de los daños, Defrin proporcionó la estimación oficial israelí sobre el tiempo que le tomaría a Irán recuperarse.
“Nuestros expertos militares, también nuestros expertos en inteligencia de distintas organizaciones, calculan que tomará más de dos años reconstruirlo”, afirmó. Agregó que, si bien los daños en los sitios de Fordow e Isfahan como consecuencia de ataques estadounidenses anteriores fueron “graves”, aún se está evaluando el alcance total.
Defrin también señaló una degradación severa de las capacidades convencionales de Irán, indicando que Israel había desmantelado o dejado inoperativos dos tercios de los lanzadores de misiles tierra-tierra iraníes y había destruido toda la cadena de producción de esos misiles.
Describió cómo el ataque preventivo inicial del 13 de junio dejó al régimen iraní “en shock”, retrasando su primer ataque de represalia por un día completo. “El hecho de que la Fuerza Aérea israelí pudiera moverse libremente sobre los cielos de Teherán y del oeste de Irán... no solo nuestros aviones, sino también nuestros vehículos aéreos no tripulados (UAV) en gran número. Creo que ahora lo saben”, señaló. “Están corriendo a buscar soluciones en Rusia, en China y en otros lugares, y los estamos siguiendo”.
Eyal Pinko, investigador del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos de la Universidad Bar-Ilan, y exoficial de la Marina e inteligencia israelí, dijo a JNS que consideraba que los ataques aéreos combinados de EEUU e Israel habían hecho retroceder el programa nuclear de Irán “varios años”. Explicó que la estrategia principal de Irán desde la década de 1980 ha sido la de “autosuficiencia”, basada en adquirir conocimientos extranjeros para luego construir capacidades domésticas.
“Estoy convencido de que principalmente los chinos y los norcoreanos los ayudarán”, dijo Pinko. “No cabe duda de que recibirán ayuda, pero les tomará muchos, muchos años volver a un programa nuclear militar. Y, sin embargo, también vimos que el sábado [14 de junio], inmediatamente después de que comenzaran los problemas, los paquistaníes se subieron al carro y les dijeron: ‘Vamos a transferirles 750 misiles y los vamos a ayudar’”.
Pinko advirtió sobre un eje peligroso—“principalmente Pakistán, Corea del Norte y China”—que tiene la voluntad de ayudar a los iraníes a alcanzar capacidad nuclear, añadiendo: “Hay capacidad; hay voluntad”.
Al mismo tiempo, Israel ha dejado claro públicamente que tiene toda la intención de vigilar de cerca el futuro rearme de Irán e intervenir militarmente de nuevo, si es necesario.
Defrin señaló que Israel tiene “muchos más objetivos” en Irán, incluidos objetivos económicos y de liderazgo del régimen iraní, que aún no han sido atacados. Expresó dudas de que Irán se arriesgue a provocar nuevos ataques israelíes intentando reconstruir el programa en el corto plazo.
Jason Brodsky, director de políticas de la organización no partidista Unidos Contra un Irán Nuclear (UANI), afirmó que, aunque Irán es teóricamente capaz de reconstruir su programa, “le tomará tiempo y recursos financieros hacerlo mientras esté bajo sanciones. Eso será difícil”.
Señaló una herramienta diplomática clave disponible para Occidente. “Existe la posibilidad concreta de que el E3 [Reino Unido, Francia y Alemania] invoque en octubre el mecanismo de restablecimiento automático de sanciones de la ONU”, dijo Brodsky a JNS.
“Esto restablecerá un embargo de armas y restricciones al programa de misiles de Irán que ya han expirado. Estas restricciones internacionales dificultarán cualquier transferencia extranjera a Irán mientras intenta reconstruirse tras la guerra”, añadió.
Con respecto al papel de Rusia, Brodsky se mostró escéptico ante un cambio importante. “Rusia ya ha estado ayudando a Irán con su programa nuclear. Así que espero que esa cooperación continúe al mismo ritmo”, afirmó, agregando: “No creo que haya un cambio cualitativo inmediato en la asistencia nuclear rusa a Irán tras la guerra, ya que Moscú ni siquiera ha cumplido con la entrega de los cazas prometidos desde hace mucho tiempo”.

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Brodsky argumentó que Estados Unidos y sus aliados deberían reforzar sus propias sanciones nacionales, designar a terceros países interesados en abastecer a Irán y “emprender acciones encubiertas para interrumpir las cadenas de suministro”.
Quedan también interrogantes sobre la capacidad de Irán para continuar vendiendo grandes cantidades de petróleo a China.
Las sostenidas compras de petróleo iraní sancionado por parte de Beijing representan un salvavidas económico crucial para Teherán y una fuente de energía con descuento para China. Este comercio es facilitado por una arquitectura sofisticada y resiliente de evasión de sanciones, que incluye una “flota oscura” de petroleros y canales financieros no vinculados al dólar.
China es el principal comprador de petróleo iraní, absorbiendo entre el 89% y el 91% del total de exportaciones de crudo de Teherán. Estas compras representan una parte significativa del consumo energético chino, representando aproximadamente entre el 13.6% y el 14% de sus adquisiciones totales de crudo.
Mientras tanto, la guerra de Rusia en Ucrania ha generado una importante dependencia militar de Irán en materia de vehículos aéreos no tripulados (UAV), misiles balísticos y municiones.