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"Las prácticas desleales se terminan hoy": EEUU anunció un nuevo arancel del 17% a los tomates mexicanos

Los productores nacionales afirman que la medida rescatará a una industria moribunda. Sin embargo, los críticos sostienen que los consumidores finales pagarán las consecuencias con tomates más caros.

Tomates mexicanos y de otras regiones, en venta en Washington DC

Tomates mexicanos y de otras regiones, en venta en Washington DCAFP

Emmanuel Alejandro Rondón

Estados Unidos anunció este lunes la imposición de un nuevo arancel del 17% sobre la mayoría de los tomates frescos importados desde México, tras el fracaso de las negociaciones diplomáticas con el país vecino para evitar la medida.

El Departamento de Comercio confirmó que el país abandonará formalmente el conocido Acuerdo de Suspensión del Tomate, suscrito por Washington en 2019, que establecía un precio mínimo y otras condiciones para evitar el ‘dumping’, es decir, la exportación de tomates frescos a precios artificialmente bajos, algo que la actual Administración Trump considera competencia desleal.

Según la agencia, la decisión se produce tras una oleada de quejas por parte de productores estadounidenses, que acusan a los productores mexicanos de competir con reglas favorables e injustas.

De hecho, parte de los productores locales celebraron la medida.

“Es una victoria enorme para los agricultores de tomate en Estados Unidos y para toda la agricultura nacional”, dijo Robert Guenther, vicepresidente ejecutivo del Florida Tomato Exchange, una de las organizaciones que más presionó por los aranceles.

Si bien la Administración Trump y los productores locales dicen que la medida mejorará los precios para los consumidores finales, en la actualidad México abastece cerca del 70% del mercado estadounidense de tomates, un salto cuántico frente al 30% que representaba hace dos décadas. Por ende, el nuevo arancel, de buenas a primeras, podría provocar un aumento significativo de los precios de dicho producto, advirtieron expertos económicos.

De hecho, ya hay alarmas encendidas en distintos sectores. Empresarios, importadores y asociaciones advirtieron que, justamente, los consumidores finales podrían ser los principales perjudicados. Tim Richards, profesor de Agronegocios en la Universidad Estatal de Arizona, dijo que el precio minorista del tomate podría aumentar en un promedio del 8,5%, aunque en algunas regiones más dependientes de los tomates mexicanos podría llegar incluso al 10%.

“Como industria, nos entristece que los consumidores estadounidenses tengan que pagar un impuesto o arancel al tomate por una selección reducida de los tomates que prefieren, como tomates en rama, tomates uva, tomates Roma, tomates cóctel y otras variedades especiales”, dijo Lance Jungmeyer, presidente de la Asociación de Productos Frescos de las Américas, representante de los importadores de tomates mexicanos.

El retiro del acuerdo firmado en 2019 también fue criticado por la Cámara de Comercio de EEUU y una treintena de organizaciones empresariales, que advirtieron en una carta al secretario de Comercio, Howard Lutnick, que la ruptura del pacto con México podría desencadenar represalias comerciales por parte de otros países, afectando a más productos agrícolas.

Según los firmantes, unas 50.000 personas trabajan en empresas que mueven tomates desde México hacia comunidades en todo el país, lo que produce más de 8.300 millones de dólares en beneficios económicos.

Sin embargo, el secretario defendió la medida: “México sigue siendo uno de nuestros grandes aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores han sido aplastados por prácticas comerciales desleales. Eso termina hoy”.

La medida se enmarca en la creciente tensión comercial entre Washington y Ciudad de México, alineándose con la política proteccionista impulsada por el presidente Donald Trump, quien el fin de semana ya había anunciado un arancel base del 30% sobre productos manufacturados de México y la Unión Europea.

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