Otro cohete Starship de SpaceX explota durante una prueba de rutina en Texas, no se reportan heridos
La empresa precisó que se "mantuvo una zona de seguridad alrededor del sitio durante toda la operación" y que "todo el personal está sano y salvo".

La base de cohetes de SpaceX se prepara para un vuelo de prueba en Boca Chica, Texas. (Archivo)
Un megacohete Starship de la empresa SpaceX explotó durante una prueba de rutina en Starbase, en el estado de Texas, sin dejar heridos, informaron el jueves las autoridades locales.
"El miércoles a las 23H01 (04h01 GMT de jueves), durante un ensayo estático de rutina en Starbase, Texas, el Starship 36 de Spacex sufrió una falla catastrófica y explotó", según un mensaje publicado en Facebook por las autoridades del condado de Cameron, Texas.
SpaceX confirmó en la red X que "el Starship que se preparaba para la décima prueba de vuelo sufrió una anomalía mayor mientras estaba en un banco de pruebas". La empresa precisó que se "mantuvo una zona de seguridad alrededor del sitio durante toda la operación" y que "todo el personal está sano y salvo".
"Nuestro equipo de Starbase trabaja activamente para asegurar el sitio de prueba y su entorno inmediato, en colaboración con las autoridades locales", agregó en la red social. Aseguró que no hay "ningún peligro para los residentes".
Otras explosiones de SpaceX
No es el primer revés para este cohete, que tiene la altura de un edificio de 40 pisos y es el más poderoso jamás diseñado.
El 27 de mayo, un Starship llegó al espacio pero la nave explotó antes de su descenso previsto a Tierra.
Durante dos intentos anteriores, en enero y marzo, la etapa superior explotó al inicio del vuelo, provocando una lluvia de escombros incandescentes sobre el Caribe y daños mínimos.
Los incidentes reflejan la estrategia arriesgada de la empresa de Elon Musk: lanzar múltiples prototipos para corregir gradualmente los problemas encontrados en situaciones de vuelo.
El papel de Musk en el sector espacial
Sus cohetes llevan astronautas de la NASA al espacio, realizan misiones sensibles para el Pentágono y deben desempeñar un papel central en el esperado regreso estadounidense a la Luna.
La evaluación de 350.000 millones de dólares hace de SpaceX la empresa emergente más valiosa del mundo.