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ANÁLISIS

Persecución religiosa: al menos 200 cristianos asesinados en una de las peores masacres en Nigeria

Las víctimas, entre las que hay niños e incluso bebés, eran familias de desplazados por los ataques de los radicales fulani contra los seguidores de Jesús en el país. Los ataques en el estado de Benue se han multiplicado en los últimos tiempos, con cientos de muertos y miles de desplazados.

Incendios provocados por los atacantes que masacraron a 200 cristianos

Incendios provocados por los atacantes que masacraron a 200 cristianosCortesía ACN / Diócesis de Makurdi

Israel Duro
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La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) denunció que al menos 200 cristianos, entre ellos niños y bebés, fueron asesinados el pasado fin de semana por radicales armados que les atacaron durante la noche mientras dormían. La masacre tuvo lugar en el estado de Benue. Las víctimas fueron quemadas vivas y acuchilladas. Las personas que trataron de escapar fueron ejecutadas a tiros.

De acuerdo con el comunicado de ACN, los fallecidos eran familias desplazadas huyendo de la persecución religiosa que se encontraban en edificios reconvertidos en alojamientos temporales en la plaza del mercado de Yelewata, en el área de gobierno local de Guma, cerca de Makurdi. Los radicales irrumpieron gritando "Allahu Akhbar" ("Dios es grande") antes de comenzar la matanza.

"La peor atrocidad en una región en la que se está produciendo un aumento de los ataques"

Fuentes del clero local contaron que la misma tarde de la masacre "la policía ya había repelido a los atacantes cuando éstos intentaban asaltar la iglesia de San José de Yelewata, donde dormían hasta 700 desplazados". Tras no conseguir su objetivo, "los radicales se dirigieron entonces a la plaza del mercado de la ciudad, donde utilizaron combustible para prender fuego a las puertas del alojamiento de los desplazados, antes de abrir fuego en la zona donde dormían más de 500 personas".

Según los primeros informes, al menos 100 personas murieron en la matanza que duró unas tres horas. Sin embargo, "los datos recopilados posteriormente por la Fundación para la Justicia, el Desarrollo y la Paz (FJDP) de la Diócesis de Makurdi estimaron en un total de 200 las víctimas de la masacre. Este número la convierte en la peor atrocidad en una región en la que se está produciendo un aumento de los ataques. Todo ello en medio de crecientes indicios de que se está llevando a cabo un asalto coordinado para obligar a toda la comunidad a abandonar la región".

El párroco y otros fieles se salvaron tirándose al suelo

En declaraciones a ACN desde Yelewata, el párroco de la ciudad, el padre Ukuma Jonathan Angbianbee, describió cómo él y otros desplazados internos escaparon por poco de la muerte, tirándose al suelo de la casa parroquial al oír los disparos. El sacerdote afirmó: "Cuando oímos los disparos y vimos a los radicales, encomendamos nuestras vidas a Dios. Esta mañana, doy gracias a Dios por estar vivo. Lo que vi fue realmente espantoso. Había gente asesinada. Había cadáveres esparcidos por todas partes.

El padre Jonathan ha afirmado que algunos estaban tan gravemente quemados que era difícil identificarlos. El sacerdote ha relatado que Yelewata había acogido a miles de desplazados internos de las aldeas vecinas, ya que se consideraba un lugar relativamente seguro, al estar situado en la carretera principal a Abuja, pero ahora está prácticamente desierto y muchos se han refugiado en las cercanas localidades de Daudu y Abagena.

"Una visión que nadie debería contemplar: bebés, niños, madres y padres aniquilados"

Un informe inicial de la FJDP, cuyo personal ha visitado el lugar de la masacre, afirma: "Era una monstruosidad, una visión que nadie debería contemplar. Algunos [cadáveres] estaban quemados hasta quedar irreconocibles: bebés, niños, madres y padres simplemente aniquilados".

El padre Jonathan ha dicho que él y otras personas identificaron a los atacantes como fulanis y que el ataque fue cuidadosamente coordinado, con los radicales accediendo a la ciudad desde múltiples ángulos y utilizando la cobertura de las fuertes lluvias para lanzar su asalto: "No hay duda sobre quién llevó a cabo el ataque. Eran definitivamente fulanis. Gritaban 'Alahu Akhbar'".

El sacerdote y otros clérigos de la diócesis fueron muy críticos con la respuesta de las fuerzas de seguridad al ataque. Según su versión, "la policía que impidió a los radicales acceder a la iglesia estaba mal preparada y no pudo finalmente impedir el ataque al mercado cercano".

Aumento de los ataques en una región donde el 95% son católicos

La masacre de este viernes 13 por la noche se produce en medio de un aumento de los ataques en el estado de Benue, centrados en la región de Makurdi, con más del 95 % de población católica. En otros ataques recientes, más de 100 personas han muerto y 5.000 personas han sido desplazadas en las zonas del gobierno local de Gwer West, en la diócesis de Makurdi.

Los líderes de la Iglesia local han pedido repetidamente ayuda internacional, afirmando que hay un plan yihadista en marcha para apoderarse de las tierras y llevar a cabo una limpieza étnica de la presencia cristiana en la región. Mientras sus demandas son ignoradas, la Iglesia local apoya a los desplazados que huyen de la persecución en el estado de Benue. 

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