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El papa Francisco enfrenta una complicación respiratoria, pero se mantiene consciente, informa el Vaticano

Este nuevo reporte médico contrasta con los anuncios más optimistas de los días previos.

El sumo pontífice de la Iglesia Católica Apostólica y Romana / Alberto Pizzoli

El sumo pontífice de la Iglesia Católica Apostólica y Romana / Alberto PizzoliAFP

Agustina Blanco
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El papa Francisco, quien lleva más de dos semanas internado en el hospital Gemelli de Roma debido a una doble neumonía, experimentó este viernes un episodio respiratorio preocupante, según informó el Vaticano. 

El pontífice, de 88 años, sufrió una crisis “aislada” de broncoespasmo que complicó momentáneamente su estado de salud, aunque las autoridades eclesiásticas aseguraron que respondió favorablemente a las intervenciones médicas y no perdió la consciencia en ningún momento.

De acuerdo con el comunicado oficial de la Santa Sede, el incidente ocurrió en las primeras horas de la tarde, cuando el papa presentó dificultades respiratorias acompañadas de vómitos e inhalación, lo que agravó su cuadro. Los médicos actuaron de inmediato, aplicando una broncoaspiración y ventilación mecánica no invasiva, medidas que lograron estabilizar su intercambio de gases. “El Santo Padre se mantuvo alerta y orientado durante todo el episodio”, destacó el informe.

Este nuevo reporte médico contrasta con los anuncios más optimistas de los días previos, cuando el Vaticano había indicado que el estado del papa estaba “mejorando”. 

El líder de la Iglesia Católica, que guía espiritualmente a más de 1.400 millones de fieles, fue ingresado el pasado 14 de febrero tras ser diagnosticado inicialmente con bronquitis, una afección que rápidamente evolucionó a una doble neumonía. 

Sin embargo, su salud dio un giro alarmante el fin de semana anterior, cuando un severo ataque de asma requirió incluso una transfusión de sangre, encendiendo las alertas sobre su condición.

Esta hospitalización, la cuarta desde 2021 y la más prolongada hasta ahora, pone de nuevo en el foco las fragilidades de Francisco, quien ha enfrentado cirugías en el colon y el abdomen, además de problemas de movilidad que lo obligan a usar una silla de ruedas. 

Por ahora, el Vaticano mantiene un tono reservado pero esperanzador, mientras los fieles alrededor del mundo permanecen atentos a cualquier novedad sobre la recuperación del jesuita argentino.

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