La Universidad de Columbia da por finalizada su relación laboral con una profesora por discriminar a los estudiantes israelíes

La Universidad de Columbia dio por finalizada recientemente su relación laboral con Katherine Franke, una importante profesora de derecho y directora del Centro de Género y Sexualidad de la institución académica, debido a que discriminó a estudiantes israelíes.  

Se trata de una ferviente activista antiisraelí que apoya al movimiento antisemita Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que se describe a sí misma como una “académica activista” y que basa su labor en asuntos relacionados con la teoría queer, la justicia de género, la justicia racial y el conflicto entre Israel y los palestinos, indicó The Times of Israel.

De acuerdo con una investigación realizada por un bufete de abogados independiente, Franke, que trabajó 25 años en Columbia, violó la política de la institución sobre discriminación y acoso.

Las controvertidas declaraciones de Franke

La controversia surgió después de una entrevista televisiva para el portal de noticias neoyorkino Democracy Now, durante la cual la profesora manifestó su preocupación por el programa de posgrado de Columbia para estudiantes de Israel. 

“Muchos de esos estudiantes israelíes que llegan al campus de Columbia vienen recién salidos del servicio militar”, sostuvo. Y agregó: “Se sabe que acosan a estudiantes palestinos y de otros países en nuestro campus”, sin mencionar que los alumnos judíos y de Israel han sido objeto de agresiones por parte de manifestantes pro-Hamás en la universidad.

Posteriormente aclaró que le preocupa la transición de mentalidad de soldado a estudiante y que la universidad debería proteger mejor a toda la comunidad. 

Los comentarios fueron realizados después de un episodio sucedido durante las masivas, y en muchos casos violentas, protestas pro-Hamás en la universidad en 2024, cuando algunos manifestantes afirmaron que tres estudiantes israelíes habían realizado un “ataque químico” contra ellos al rociarles “agua de zorrillo”, un líquido maloliente que usa la Policía de Israel para dispersar manifestaciones violentas. 

“Los estudiantes pudieron identificar a tres de estos estudiantes de intercambio, básicamente, de Israel, que acababan de salir del servicio militar, que estaban rociando a los estudiantes propalestinos con esta agua de zorrillo”, expresó Franke en Democracy Now.

Sin embargo, las acusaciones invocadas por Franke eran falsas, ya que se trataba de un producto maloliente no tóxico que había sido adquirido en el conocido minorista digital Amazon. De hecho, Columbia debió resarcir a un estudiante judío con 395.000 dólares tras haberlo suspendido injustamente por el incidente.

Estas controvertidas declaraciones de Franke generaron quejas por parte de miembros del personal de la universidad, ya que señalaron que la profesora hizo generalizaciones ofensivas y discriminatorias contra los estudiantes israelíes.

Además, según la investigación, Franke reveló el nombre de un denunciante y compartió publicaciones en redes sociales en las que era calificado de “genocida”. 

Franke se defiende

Franke, por su parte, manifestó que se trata de una “persecución institucional” por su apoyo a los palestinos. Y describió la decisión de Columbia de dar por terminada la relación laboral con ella como “infundada y politizada”. 

La profesora antiisraelí también acusó a Columbia de crear un ambiente “tóxico y hostil” que le hizo imposible continuar trabajando allí. Y agregó que ahora se enfocará en “la lucha por los derechos y la dignidad de los palestinos". 

Expresiones “completamente inaceptables y discriminatorias”

Franke también fue objeto de escrutinio por parte del Congreso en abril de 2024, cuando Minouche Shafik, entonces presidente de la universidad, compareció ante el Comité de Educación y Fuerza Laboral del Congreso, donde fue consultada por la representante republicana Elise Stefanik sobre los comentarios de Franke. 

Al respecto, Shafik sostuvo que las expresiones de Franke fueron “completamente inaceptables y discriminatorias”. Y añadió que tanto ella como Joseph Massad, otro profesor de la institución, estaban siendo investigados.