Biden visita Nueva Orleans tras el mortal atentado de Año Nuevo: “No están solos”
El presidente, acompañado por la primera dama, Jill Biden, asistió a un emotivo y solemne servicio de oración en honor a las víctimas y sus familias.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, visitó Nueva Orleans para rezar y honrar a las víctimas del mortal atentado de Año Nuevo.
Junto con la primera dama, Jill Biden, el presidente asistió a un emotivo y solemne servicio de oración en honor a las víctimas, sus familias y los miembros de la comunidad afectados por el ataque terrorista en el que un hombre arrolló con una camioneta a decenas de personas, causando catorce víctimas fatales y 35 heridos.
“Sé que acontecimientos como este son duros. La conmoción y el dolor aún están muy vivos”, afirmó Biden durante el servicio de oración. “Mi esposa Jill y yo estamos aquí para estar con ustedes, para llorar con ustedes, para rezar con ustedes, para hacerles saber que no están solos”.
Durante su intervención, el presidente reflexionó sobre las víctimas y los heridos, y además destacó la valiente intervención de las fuerzas del orden que “arriesgaron sus vidas para detener el terror”.
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Luego, ofreció consuelo y palabras de aliento a los familiares de los fallecidos.
“Ustedes saben, por experiencia propia, que es duro, pero les prometo que llegará el día en que el recuerdo de su ser querido... les traerá una sonrisa a los labios antes que una lágrima a los ojos. Llevará tiempo, pero te lo prometo. Les prometo que llegará”, dijo Biden, visiblemente emocionado.
“Mi oración es que ese día llegue más pronto que tarde, pero llegará, y cuando llegue, podrán encontrar un propósito en su dolor, para vivir una vida digna de aquel a quien perdieron”, sentenció el presidente.
El arzobispo de Nueva Orleans, Gregory Aymond, agradeció la presidencia del presidente y la primera dama, quienes fueron acompañados durante el servicio por las autoridades electas del estado, como el gobernador de Luisiana, Jeff Landry; y la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell.
“Nunca esperamos que una tragedia así ocurra en casa, pero nunca sabemos cuándo el mal levantará su fea cabeza”, dijo Aymond. “Este atentado no sólo ha herido a Nueva Orleans, sino también a nuestra nación, a nuestro mundo y a nuestra búsqueda de la libertad”.