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Condenan a 25 años de prisión a la conductora ebria que mató a una novia en su noche de bodas

Jamie Lee Komoroski embistió, con tres veces el límite legal de alcohol en sangre, contra el carrito de Samantha Miller y Aric Hutchinson. Se habían casado hace horas.

Composición con imágenes de Samantha Miller en su boda (izq) y su homicida Jamie Lee Komoroski (der).

Samantha Miller en su boda (izq) y su homicida Jamie Lee Komoroski (der)YouTube/Inside Edition/WCBD NEWS 2.

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Jamie Lee Komoroski pasará más de dos décadas en prisión tras declararse culpable de matar a una novia, Samantha Miller, y herir a su novio, Aric Hutchinson, en un choque provocado mientras conducía bajo la influencia del alcohol. 

Komoroski, de 27 años, embistió contra los recién casados a fines de abril, cuando acababan de salir del banquete de su boda en un carrito de golf decorado con un cartel de "recién casados" y latas. Llevaban casados cinco horas. Miller murió en el lugar. Además del marido, hubo otros dos heridos.

La condena incluye 25 años por homicidio imprudente, 10 años por el delito grave de conducción bajo la influencia de sustancias psicoactivas (DUI) y otros 15 años por dos cargos de DUI con lesiones graves. Pero como son concurrentes (es decir que puede cumplir varios castigos al mismo tiempo), pasará 25 años tras las rejas.

"Asumo toda la responsabilidad por el trágico desenlace que han tenido mis decisiones. Llevaré esta culpa conmigo el resto de mi vida", dijo Komoroski tras declararse culpable. Reconoció que tenía un problema de adicción al alcohol. Las autoridades aseguran que la noche del choque mortal tenía tres veces más alcohol en sangre que lo legalmente permitido, y que estaba conduciendo a 65 mph (104 km/h) en una zona de 25 mph (40 km/h).

"Desearía haber muerto yo esa noche", dijo el marido de Miller. "Ojalá lo hubiera visto venir. Hubiera saltado del carrito de golf para que sólo me atropellaras a mí". Hutchinson ganó 863.000 dólares en acuerdos con bares que atendieron a Komoroski, su compañía de seguros y la empresa que le rentó el automóvil.

"Nos han condenado a toda una vida de dolor", dijo la madre de la difunta, Lisa. "Siempre será mi niña".

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