Un exoficial de Policía de Tacoma reclama $47 millones al estado de Washington por acusarlo “falsamente” de conducta racista y criminal
Se trata de Timothy Rankine, quien fue absuelto de cargos penales por la muerte de Manny Ellis en 2020.
El exoficial del Departamento de Policía de Tacoma, Timothy Rankine, está reclamando $47 millones a la ciudad y al estado de Washington por acusarlo “falsamente” de conducta criminal y racista por el polémico caso de Manny Ellis, un hombre negro que murió en 2020 tras ser electrocutado, golpeado y retenido boca abajo en una acera por tres agentes policiales.
Rankine, quien es asiático-americano, fue absuelto de los cargos penales por la muerte de Ellis junto con los agentes Matthew Collins y Christopher Burbank, quienes fueron los primeros en llegar a la escena y fueron acusados de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario en primer grado.
El exoficial alega que el procesamiento en su contra tuvo motivaciones políticas y provocó amenazas contra su familia, por ello presentó una multimillonaria reclamación por daños y perjuicios que, generalmente, son precursoras de demandas.
A pesar de la absolución de los agentes, el caso de Ellis sigue siendo objeto de polémica.
Durante su testimonio en el juicio del año pasado, Rankine dijo que presionó la espalda de Ellis el 3 de marzo de 2020, a pesar de que el hombre manifestó durante el arresto que no podía respirar. Rankine, sin embargo, fue absuelto de homicidio involuntario luego de que un jurado del condado de Pierce absolviera a todos los agentes involucrados.
Los abogados de los tres exagentes argumentaron durante su defensa que Ellis murió a causa de una cantidad letal de metanfetamina y una afección cardíaca previa al arresto, no por las acciones de los agentes, un argumento que convenció al jurado.
Mientras tanto, el médico forense del condado de Pierce dictaminó que la muerte fue un homicidio causado por la falta de oxígeno durante la restricción física provocada supuestamente por los agentes.
El procedimiento del arresto todavía genera dudas y sigue bajo revisión por parte del Departamento de Justicia por violaciones de derechos civiles.
El arresto que provocó la muerte de Ellis se produjo cuando caminaba a casa a unas 30 millas (50 kilómetros) al sur de Seattle, cuando pasó junto a una patrulla parada en un semáforo en rojo, donde estaban los oficiales Collins y Burbank.
“Los oficiales afirmaron que vieron a Ellis intentar abrir la puerta de un automóvil que pasaba y que se volvió agresivo cuando intentaron interrogarlo al respecto. Collins testificó que Ellis demostró ‘fuerza sobrehumana’ al levantar a Collins del suelo y lanzarlo por el aire”, reseñó la cadena Fox 13.
Sin embargo, tres testigos afirmaron que no presenciaron esta escena que provocó el arresto y, en cambio, atestiguaron que los oficiales fueron a por Ellis tras una breve charla.
“Los testigos, uno de los cuales gritó a los oficiales que dejaran de atacar a Ellis, y una cámara de vigilancia del timbre capturaron videos de partes del encuentro. El video mostraba a Ellis con las manos en alto en posición de rendición mientras Burbank le disparaba una Taser al pecho y Collins le rodeaba el cuello con un brazo por detrás”, puntualizó Fox 13.