El consultor político Frank Luntz se suma a las exigencias de renuncia a Claudine Gay: “Debe dar ejemplo a sus alumnos”
La presidente de Harvard fue acusada de tener un largo historial de plagio a lo largo de su trayectoria académica.
Claudine Gay, rectora de la Universidad de Harvard, ha estado en el ojo de la tormenta desde que participara en la audiencia en la Cámara de Representantes sobre el antisemitismo en los campus universitarios. A eso se sumó la investigación sobre plagio, la cual hizo que muchos pidieran expresamente que renuncie de su cargo, alegando que deberían aplicarse los mismos estándares para autoridades y estudiantes. En las últimas horas, Frank Lutz se sumó a este grupo.
De acuerdo con Free Beacon, existen al menos 40 acusaciones de plagio contra la presidente de la histórica universidad, lo que comprometería "casi la mitad de su producción académica".
El hecho desembocó en una investigación formal impulsada por el Comité de Educación de la Cámara Baja, liderado por la republicana Virginia Foxx (R-NC).
"El Comité de Educación de la Cámara de Representantes ha comenzado una revisión del manejo por parte de la Universidad de Harvard de las acusaciones creíbles de plagio por parte de la presidenta Claudine Gay durante un período de 24 años. Una acusación de plagio por un alto funcionario escolar en cualquier universidad sería motivo de preocupación, pero Harvard no es una universidad cualquiera. Se define a sí misma como una de las mejores instituciones educativas del país", expresó la congresista a mediados de diciembre.
Desde entonces, no fueron pocas las voces que pidieron que Gay renuncie a su puesto, a las que ahora hay que añadir a Frank Lutz, el histórico consultor político. De extensa trayectoria en los medios de comunicación, fue el principal encuestador en diversas campañas políticas, como las de Rudy Giuliani, Pat Buchanan, Newt Gingrich y Ross Perot, entre muchos otros.
Sobre Gay, se expresó en las redes sociales, donde señaló que los rectores universitarios deberían dar el ejemplo a sus alumnos y que "de lo contrario deberían dimitir".
Para respaldar su postura, citó a un artículo de The Harvard Crimson, el cual recopiló las opiniones de algunos estudiantes sobre el asunto. Por ejemplo, a los ojos de Ian M. Moore, "es hipócrita que la universidad aplique una norma a los estudiantes y otra a los profesores, y quizá incluso una tercera norma a Claudine Gay".
A él se sumó Irati Egorho Diez, quien confesó simpatizar con Gay al principio, aunque luego cambió su postura tras enterarse de la "amplitud y profundidad" de las acusaciones de plagio.
"Realmente parecía ser algo que impregnaba gran parte de su trabajo académico. Creo que el papel del presidente debe ser la encarnación de los valores del Harvard College. Y esto, para mí, parece ser lo contrario de eso", añadió.