America First Legal inicia una histórica demanda contra grupos empresariales por censurar a los conservadores
"Si se prueba, se trata de una violación abierta, intencional y explosiva de la Constitución a manos del Gobierno”.
America First Legal (AFL) presentó una demanda colectiva este martes en contra de entidades privadas que presuntamente conspiraron con el gobierno para vigilar y censurar a millones de estadounidenses conservadores.
De acuerdo a la organización sin fines de lucro, esta demanda federal es histórica debido a que alega que el gobierno llevó a cabo una operación diseñada específicamente para reprimir el discurso político conservador a través de plataformas digitales como Facebook, Youtube y Twitter.
“Crearon un régimen de vigilancia, censura y control adecuado para la China comunista”, dijo el presidente de la AFL, Stephen Miller, agregando que marcaron contenido para las entidades gubernamentales y que estas a su vez presionaran a las plataformas para que eliminaran el contenido o a los que lo subieron.
La demanda fue presentada en nombre de Jill Hines, codirectora de Health Freedom Louisiana, y de Jim Hoft, fundador del sitio web de noticias The Gateway Pundit. Ambos aseguran que experimentaron una “amplia censura” en importantes temas para el público como la integridad electoral y las medidas contra el covid-19.
Los demandados son: Alex Stamos y Renée DiResta director y gerente de investigación del Observatorio de Internet de Stanford, la Dra. Kate Starbird de la Universidad de Washington, así como Graphika y el Laboratorio Forense Digital del Consejo de Investigación del Atlántico.
Sin embargo, AFL recuerda en su demanda que ellos trabajaron en complicidad con altos funcionarios del gobierno, incluyendo miembros federales de seguridad nacional, por lo que “si se prueba, se trata de una violación abierta, intencional y explosiva de la Constitución a manos del gobierno”.
America First Legal afirma a través de su página web que los acusados ya admitieron que tan solo durante el año 2020 y únicamente a través de Twitter supervisaron más de 800 millones de publicaciones y rastrearon casi 22 millones de tuits para una posible censura.
“Los estadounidenses que se atrevieran a hablar en contra de la ortodoxia liberal woke que se ha infiltrado en todos los sectores de la América corporativa enfrentarían la amenaza de la censura y la eliminación de plataformas por parte de los gigantes de Big Tech y estas organizaciones de vigilancia escurridizas que actúan junto con el gobierno federal”, indicó la organización.